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Lomas de Zamora, noviembre 29 (AUNO). – El escritor y actor Horacio Hornos, junto a un grupo de variados artistas, comenzó en julio el rodaje en Lomas de Zamora de su primer largometraje, “Hay que matar a la gallina”, que cuenta con la participación de importantes figuras como el músico de jazz Sergio Paolucci y los actores Hilario Quinteros, Tina Serrano, Lorenzo Quinteros y Néstor Villa, entre otros.
La película es una adaptación de una obra teatral homónima escrita en los años ochenta por Hornos, y tiene como eje central la relación entre el protagonista, Fermín (Hilario Quinteros), y las gallinas de su estancia. A través de ésta relación toca temas como el amor, la familia, la locura y la muerte.
Se estima que la obra estará terminada en la primera mitad de 2012 y apunta a competir en festivales de cine como el Bafici, entre otros.
Hilario Quinteros, quien además de actuar se encarga de la dirección, definió la obra como “ un trabajo artesanal y de paciencia en cuanto a la construcción en imágenes y el vínculo con el espacio, los actores y el relato de la obra como totalidad”.
En diálogo con AUNO, Lorenzo Quinteros explicó que el personaje que interpreta se llama “El actor”, y consiste en “la personificación del teatro, es la voz que se puede oír en escena y que surge de ella misma y de sus problemáticas”.
“La dirección de Hilario me fue llevando y acercando cada vez más a la teatralidad, tanto por la gestualidad que me pedía y las formas de hablar, como por relación que me sugería con el espacio”, expresó Lorenzo. “A partir de sus indicaciones en unos casos, de sus intenciones que yo adivinaba en otros, se fue construyendo este ser solitario a través de soliloquios, que es el actor”, agregó.
El equipo encargado de llevar a cabo el rodaje consiste en un grupo de personas convocadas por el autor de la obra y que de alguna manera se relacionan con el cine y otras artes.
Hornos señaló que “éste proyecto de cine independiente es una cooperativa, algo socializado”, también agregó que “actores de mucho prestigio lo hicieron ad honorem” y que “la idea es hacer cine desde la voluntad, los contactos y las relaciones”.
“El equipo es uno de los más reducidos con los que yo haya trabajado. Se debe a que lo reducido es el presupuesto, pero creo que también obedece a que los principales responsables de la filmación prefieren no atentar contra la intimidad, casi el secreto con el cual se manejan”, remarcó Lorenzo Quinteros.
Según él, “no era un equipo de dirección, era un grupo de amigos o de apasionados por el encuentro de hacer una película. Eso no quería decir que no se trabajara con seriedad o con rigor, todo lo contrario”.
“El día que fui a filmar, invitado por mi hijo Hilario me encontré con un antiguo ex alumno que manejaba las luces, Néstor Villa, con el mismo Horacio Hornos, que movía tachos y con una actual alumna de dirección haciendo maquillaje en la película, Silvina Roccisano, También me encontré con Tina Serrano, madre de Hilario Quinteros, o sea mi ex esposa, con la cual filmamos una escena, a la que más tarde se sumó el mismo Hilario, a manera de chiste de un director que se cruza en medio de la escena”, detalló el actor.
En cuanto al guión, declaró que le “pareció excelente, por lo condensado, lo poético de sus textos y sus situaciones, pero demasiado teatral, precisamente, para ser llevado al cine”, y concluyó: “Luego, en filmación, sobre todo viendo a Hilario filmando en el escenario de un teatro independiente, con actores que son sus padres en la vida real, me di cuenta que era el texto más indicado para que él hiciera una película. Suponiendo que los demás días de filmación, tendrán parecidas características, pienso o intuyo que será por lo menos una película entrañable, si no maravillosa”.
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