Lomas de Zamora, febrero 10 (AUNO).- Tras una denuncia periodística de AUNO, de la que se hicieron eco dirigentes y organizaciones de derechos humanos locales, la Municipalidad de Lomas de Zamora retiró del Parque Eva Perón el monumento que homenajeaba a miembros de las fuerzas de seguridad muertos en la década del ’70 y signados como integrantes de grupos de tareas que cometieron crímenes de lesa humanidad, antes y durante la última dictadura cívico militar.
El monumento tenía 18 placas con nombres de los policías, militares y agentes del Servicio Penitenciario bajo la inscripción “Muertos por defender tu libertad”, una leyenda que aludía a la teoría de los dos demonios con que se justificó la represión de Estado. Había sido inaugurado el 23 de mayo de 1980, durante la gestión del intendente de la dictadura, Pablo A. Rosales, y estaba instalado en la base de un mástil (que sigue en pie), ubicado a 20 metros del nuevo microestadio del parque público más importante del distrito.
Ante la revelación de su existencia, hecha por esta agencia, gremios como ATE y Suteba, organizaciones de derechos humanos como Barrios por la Memoria, y concejales del Frente para la Victoria repudiaron la existencia de ese homenaje. En diálogo con AUNO, la integrante de Madres de Plaza de Mayo Lomas de Zamora, Celia Prósperi, había considerado sobre la leyenda que subyace al homenaje: “En la dictadura sufrimos un montón de cosas, nos corrían con las motos, nos metían presas; los militares no defendieron a nadie, se defendían ellos mismos”.
Al menos 16 de los homenajeados fueron parte de la represión de Estado en los ’70. Por ejemplo, tres placas mencionan al sargento primero Nicolás Cardozo, al agente Eugenio Rodríguez y al cabo Roque Roberto Fredes, muertos el 28 de febrero de 1975. Todos se desempeñaban en la Comisaría 1º de Lomas de Zamora y, diez días antes de morir, habían sido parte del operativo que secuestró, torturó y desapareció al militante montonero de 23 años, Sergio Alberto Escot.
El 21 de marzo de 1975, casi un mes después de la muerte de los tres policías, la Triple A los vengó con la “Masacre de Pasco”: el secuestro y fusilamiento de ocho militantes, cuyos cuerpos fueron dinamitados en un baldío de San José de Témperley. Una de las víctimas fue el entonces concejal de la Juventud Peronista (JP) Héctor Lencina, esposo de la actual secretaria municipal de Derechos Humanos, Nilda Rapari, más conocida como Coca Lencina.
Rapari contó a AUNO que la decisión de retirar el monumento se tomó luego de que su área pidiera información sobre esos agentes de seguridad a los gobiernos nacional y provincial. Quitarlo del Parque de Lomas fue “un gran avance” que “demuestra el compromiso que mantiene el municipio con la memoria, la verdad y la justicia”, subrayó.
Por su parte, el ex concejal lomense de la JP y compañero de banca de Lencina, Hugo Sandoval, sostuvo que “si (en estos últimos años) se avanzó” en materia de derechos humanos “fue gracias a la lucha de los militantes que pusieron el pecho y se quedaron a pelearla, y no por los que se fueron del país”, cuando la dictadura comenzó a perseguirlos.
Sandoval celebró, además, el retiro del monumento y se esperanzó con que “algún día se logre saber toda la verdad (sobre la ‘Masacre de Pasco’), porque se tiene que saber quiénes fueron los que mataron a todos los compañeros”. “Militar era entregar todo por la causa. Por eso tenemos que seguir contando la verdad y luchando contra los que quieren reivindicar a los asesinos. Tuvimos mucho miedo y seguimos adelante por el apoyo de los militantes. Por ellos tenemos que seguir peleándola”, concluyó.
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AUNO-10-02-15