A sus 37 años, Federico Crivelli comenzó su tercera etapa en la institución en donde escribió las mejores páginas de su carrera, con momentos de gloria que quedarán por siempre en la memoria del hincha, como los dos penales atajados contra Platense en 2014 que le permitieron al ‘Gasolero’ volver a la B Nacional.
‘Superman’ habla sobre el rol que le toca ocupar en el equipo, su deseo permanente de volver a Temperley, la delicada situación que atravesó el año pasado en Tigre al sufrir una rotura de ligamentos y hasta de como su paso por México cambio sus gustos en las comidas.
-¿Cómo viviste estos primeros dos meses en tu regreso al club?
-Muy contento. Con el correr de los entrenamientos ya pasó la etapa de adaptarme y de conocer a los chicos nuevos. La verdad es que se armó un lindo grupo y ya estamos a unos días del inicio del torneo, de lo que esperábamos y nos preparamos todo este tiempo, así que con la esperanza de poder aportar algo desde donde me toque y con ganas de poder jugar.
-¿Qué fue lo que te motivó a volver al club?
-Yo sabía desde el momento en que me fui que iba a volver en algún momento y sentí que el momento de volver era después de México y no se me dio porque ya había arqueros y era otra situación. La dirigencia decidió que este era el momento y yo estaba esperando volver. Se dio de todas las partes la posibilidad de regresar y estoy muy contento.
-¿Cómo te recibieron los amigos que dejaste en el club y el hincha?
-Yo vivo acá a seis cuadras. Por más que no pertenecía al plantel profesional, conozco a los chicos de tenis, a los de mantenimiento, los de secretaría entre otros. Tengo muchos amigos de hace muchísimos años en Temperley y me recibieron de la mejor manera. Por eso siempre me siento cómodo acá y es como mi casa.
-Cuando sufriste hace un año la rotura de ligamentos en Tigre ¿Pensaste en algún momento en bajar los brazos y dejar todo?
-En un primer momento fue duro porque se te cruzan mil cosas por la cabeza. Ya me había pasado de lesionarme la rodilla acá en Temperley y sé lo que es la recuperación, sé lo que se sufre y estaba desesperanzado. Pero me aferré en mi familia, en Dios, en mis amigos y en toda la gente que me quiere que es la que te hace sacar fuerzas en los momentos difíciles y pude seguir.
-¿Qué te dejó tu experiencia hace algunos años por Chiapas de México, en cuanto a la cultura y las costumbres?
-Me dejó amigos mexicanos que me han recibido muy bien, en una ciudad muy humilde. Me costó adaptarme en un principio a la comida que no es la que se come acá, pero a medida que pasa el tiempo te vas acomodando. Al principio no podía tolerar el picante, pero después me hice fanático y lo terminé usando en todas las comidas.
-Si tenés que elegir un momento en Temperley, ¿te quedás con la noche del ascenso a B Nacional contra Platense o elegís alguno más?
-La noche que ascendimos contra Platense fue sin lugar a dudas la más feliz de mi carrera. Después elijo el partido que le ganamos a Banfield en el regreso a la A. Era mi debut en Primera División y fue una noche soñada. Ganarles sobre la hora y que la gente nos espere en nuestra cancha fue muy lindo.
-¿Qué rol te toca ocupar dentro equipo y cómo ves la competencia con Matías Castro que hoy arrancaría en el arco?
-A mí me gustaría poder jugar, pero hoy está Matías en la prioridad del técnico así que uno tiene que estar haciendo fuerza desde atrás para que al compañero le vaya bien y después para uno estar preparado si le toca jugar. Es de la única manera en que nos potenciamos nosotros y podemos hacer una competencia sana.