Estudiantes reclamaron por la mejora edilicia del Comercial de Temperley

Alumnos de la Escuela Media Nº14 marcharon y reclamaron ante el Consejo Escolar. Se quejaron de las condiciones de infraestructura. También pidieron acelerar las licitaciones para las refacciones de gran parte del ‘castillo’, que se quemó en 2005.

Lomas de Zamora, mayo 4 (AUNO).- Estudiantes de la Escuela Media Nº14 de Temperley se manifestaron ayer ante las autoridades del Consejo Escolar de Lomas de Zamora y exigieron “respuestas concretas” a raíz de las fallas edilicias que habían denunciado el año pasado. Tras el cónclave con formato de asamblea entre los funcionarios, la presidenta del centro de estudiantes y el resto de los alumnos, se resolvió que “a más tardar el lunes” se llevará adelante una suerte de inspección para comenzar con las mejoras con presupuesto del Consejo.

Los alumnos del colegio más conocido como “Comercial de Temperley” pensaron que sólo dos días hábiles en la semana resultarían suficientes para hacer oír su reclamo. Así, convocaron a una sentada en la puerta del edificio ubicado en Santa María de Oro 44 y se manifestaron durante la mañana del jueves. Allí asisten unos mil alumnos a los últimos tres años lectivos en los turnos mañana, tarde y noche.

“Yo soy libre, soy eso, soy preso de mi libertad”. La frase de una canción de la banda de rock Los Piojos, plasmada en una remera, ilustra el cómo los chicos conciben su accionar. Son libres de defender sus derechos.

“Hace año y medio venimos reclamando, hay un ‘castillo’ que se quemó en 2005 y no se arregló. Y hace poco tuvieron que sacar a chicos de un aula porque llovía y salía agua por el foco de luz. En esas condiciones no se puede estudiar todos los días”, denunció un estudiante en diálogo con AUNO.

La situación edilicia comenzó a resquebrajarse el 1 de enero de 2005, cuando un globo lumínico cayó sobre el techo y redujo a escombros gran parte de la estructura.

Entonces, el Ministerio de Infraestructura bonaerense anunció que se realizaría una licitación para comenzar una nueva construcción. Eso se estancó en palabras hasta fines del año pasado cuando se llamó a una nueva licitación para la reparación total del edificio. Se espera para el 18 de este mes la respuesta de parte de la empresa.

Con aulas modulares solucionaron la falta de lugar para dictar clases. “El gallinero”, es el nombre con el que los chicos bautizaron a esos espacios, por las condiciones en las que se encuentran. Por eso piden que se cumpla con la licitación que, también, esperan que se haga efectiva para este año.

A las 14, los estudiantes marcharon por la avenida Meeks hasta las puertas del Consejo. Encendidos, hicieron sonar redoblantes y tambores. Exclamaron a viva voz que “ahí está” el colegio. Es decir, los estudiantes se movilizaron para defender su derecho a estudiar en condiciones dignas.

“Se me cayó un vidrio en la cabeza. Les avisamos a las inspectoras, pero se lavaron las manos cuando mi mamá fue a la escuela a hablar del tema”, contó otro chico que prefirió resguardar su identidad.

Entre tanto, no cesó el repiqueteo de los redoblantes y de los bombos. Flameaban las banderas. Cortaron la calle Acevedo mientras efectivos policiales, desde un patrullero, vigilaban que nada se saliera de los carriles de la normalidad.

Cuando pudieron, se agolparon en el patio interno del edificio. Allí fue la reunión, donde los recibieron el presidente del Consejo, Raúl López; la consejera de infraestructura, Marisol Tubio, y la tesorera, María Victoria Villalba.

“Yo voy a ir a ver, a más tardar el lunes, cuáles son las necesidades de los estudiantes”, se comprometió Tubio, también encendida.

La discusión giró en torno al pedido de pintura, refacción de vidrios, reparación de aulas modulares, información sobre licitaciones, faltante de estufas y ventiladores, entre otros reclamos.

El momento más tenso fue cuando se salió del foco de la cuestión y pasaron a discutirse políticas históricas, instante en la que los mayores, claramente, jugaron con ventaja. “Hubo 40 años de desinversión en la escuela pública”, coincidieron López y Tubio.

Así, con una discusión que dejó a los chicos insatisfechos porque “no dieron nada concreto”, según las palabras de la presidenta del Centro de Estudiantes, Ludmila Gulloni, los alumnos al menos lograron un compromiso de parte de las autoridades que quedó sellado con la firma de López en un acta.

AUNO 03-05-12
CP-MFV

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