Estudiantes extranjeros donaron bicicletas a hijos de desocupados

Cuarenta chicos que asisten al jardín de infantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados recibieron para el día del Niño una bicicleta donada por los estudiantes extranjeros que vienen a Buenos Aires a conocer el fenómeno de los movimientos sociales. El paquete turístico brinda hospedaje y comida, y desde hace cinco años representa para la organización piquetera una fuente de financiamiento de las iniciativas autogestivas.

El festejo del Día del Niño en el Centro Comunitario del Movimiento de Trabajadores Desocupados tuvo una peculiaridad. Bajo el lema ‘Fiesta de la integración: construyendo el futuro de nuestros niños’, los 40 chicos que asisten al jardín de infantes recibieron de regalo una bicicleta que fue comprada con el aporte de los turistas extranjeros que visitan el predio que la agrupación tiene en La Matanza. Allí los talleres de costura, de serigrafía, una editorial, una panadería artesanal y un mercado permiten que los padres desarrollen microemprendimientos autogestivos mientras los chicos concurren al jardín y los más grandes al centro de alfabetización y de informática.

Para concretar la iniciativa recurrieron a la solidaridad de los estudiantes, llamados “pasantes” que viajan a Buenos Aires para desarrollar sus tesis. “Hace dos meses y medio en una reunión de ‘La Comunidad Educativa’ del jardín, las mamás tenían el sueño de que sus hijos reciban bicicletas para el ‘Día del Niño’. Entonces se nos ocurrió pedirles a los pasantes que ya pasaron por el Centro si nos podían ayudar donando bicicletas para chicos de 5 ó 6 años, y 20 nos contestaron que ‘si’. De esta manera conseguimos las 40 bicicletas que fueron entregadas a cada uno de los chicos de nuestro jardín”, cuenta Héctor “Toty” Flores, referente del MTD, a AUNO-Tercer Sector. Por su parte, la Fundación Raoul Wallenberg, que cooperara con la agrupación, entregó a los pequeños buzos polares y zapatillas en la celebración que se realizó en el Ceffoc, Juan B. Justo 4650, Laferrere.

El fenómeno del turismo piquetero comenzó con el estallido económico, social y político de 2001 con universitarios, militantes antiglobalización e investigadores de Estados Unidos, Italia, Francia, España, Canadá, Brasil y Bolivia, entre otros países, interesados por los movimientos sociales que enfrentaban la crisis y se autogestionaban. Excursiones a cortes de rutas, comedores populares, fábricas recuperadas, visitas guiadas por barrios pobres del conurbano bonaerense son algunas de las postales que ofrece el turismo piquetero. En la Matanza, unos de los centros turísticos más afectados por altos índices de pobreza del país, el MTD ofrece este paquete con el objetivo de contribuir en el financiamiento de sus emprendimientos productivos y mostrar la realidad de una organización social de trabajadores que se autogestiona.

El MTD ofrece a los turistas, que “han disminuido en los últimos meses”, según Flores, alojamiento en una de las aulas del jardín ‘Crecer imaginando en libertad’, una escuela abandonada de 1000 metros cuadrados cedida en comodato por el Instituto Movilizador de Fondos en 2002. “Tenemos un espacio reservado con todas las incomodidades que implica estar ubicado en un barrio pobre de La Matanza”, reconoce. “Hay un cupo de seis pasantes al mismo tiempo, pero lo ideal es que sean dos o tres para que puedan participar más profundamente y estar más cómodos”, señala el dirigente del MTD.

El paquete turístico les ofrece a los pasantes, entre otras actividades, la posibilidad de participar en las asambleas, en los emprendimientos sociales y productivos de la agrupación, visitar comedores populares e ir a los cortes de rutas. “A través de un convenio con el Programa Argentina Autonomista recibimos 200 dólares por cada estudiante extranjero”, apunta Toty Flores. Además, pagan un plus de seis dólares por el almuerzo, la cena y el hospedaje. “Aunque hemos tenido dificultades con el menú de los vegetarianos, con el tiempo los hemos seducido con el olorcito de los asados y guisos y terminan comiendo lo mismo que nosotros”, asegura.

Alrededor de 70 turistas de distintas nacionalidades pasaron en estos años por el Centro para la Educación y Formación de Cultura Comunitaria. “La mayoría sigue en contacto con nosotros, nos mandan sus tesis y cuando vuelven no les cobramos, porque, para nosotros son amigos, son uno más de la agrupación”, sostiene el referente de la organización piquetera que rechaza los planes sociales gubernamentales, por considéralos “herramientas de dominación del Gobierno”. Por lo pronto, dentro de 15 días llegarán dos estudiantes de Estados Unidos al centro.
Junto al turismo, el Movimiento de Trabajadores Desocupados lleva adelante otros emprendimientos en la cooperativa fundada en 2001 en el barrio La Juanita. Bajo el lema ‘Pongamos el trabajo de moda’ confeccionan, patrocinados por el diseñador vanguardista Martín Churba, de Tramando, y la ONG Poder Ciudadano, unos dos mil guardapolvos por semana que exportan a Japón. Además, en el taller de costura, a través de la red de Comercio Justo Altro Mercato, confeccionarán unas cien remeras por año al mercado italiano. “Estamos en la etapa final de la producción de las remeras que llevamos adelante con varias cooperativas del país, como una de Tobas del Chaco que produce el algodón. Unas 1200 familias están involucradas en el proyecto, al que aspiramos darle continuidad durante tres años”, adelanta Flores.
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Cómo contactarse:
Movimiento de Trabajadores Desocupados, Juan B. Justo 4650, Laferrere, La Matanza.
Teléfono: 4698-0147
Correo electrónico: mtdlm@hotmail.com
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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector

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