En el segundo encuentro digital Futurible 2021, la investigadora y docente Candela Fernández expresó la necesidad de “poder cambiar realidades a través de la comunicación para alcanzar un ‘futurible’ donde se conquiste la igualdad, donde censen los situaciones de discriminación y violencia”, en el marco del panel “Comunicación para la igualdad, equidad de género, conciliación de la vida laboral y familiar”.
La charla fue moderada por la presidenta del FISEC en México, Patricia Durán, y contó con la participación de la decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Vigo en España, Emma Torres-Romay; la presidenta de la Confederación Interamericana de Relaciones Públicas (CONFIARP), Maritza Mosquera; y la directora operativa en Cinte, Dona Arrieta.
La especialista en Comunicación Corporativa e Institucional aclaró que para poder pensar “estrategias de comunicación desde el paradigma de los derechos humanos, los sucesos que todos y todas conocen en relación a los movimientos de mujeres y cuestiones de género dieron cuenta de que los grupos históricamente marginados están reivindicando el derecho de la mujer para poder expresarse”.
Fernández señaló que la investigación dirigida por la especialista Teresa Tsuji en la UNLZ utiliza enfoques transdisciplinares en el abordaje de las cuestiones de género. Además expuso acerca de la familia y los roles de género y roles de empleo y remarcó que hoy “las mujeres y los hombres trabajan fuera de su casa, sin embargo las tareas de cuidado las siguen haciendo las mujeres”.
Torres-Romay destacó que “la nueva teoría del desarrollo sostenible tiene que enfrentarse a grandes retos, el primero es el relacionado con las metodologías de la investigación, sabiendo cómo abordarla, existe la posibilidad de hacer un análisis cuantitativo que me permite obtener datos de cómo está funcionando una estrategia determinada”.
Por su parte, Mosquera comentó que “la nueva teoría es un enfoque disruptivo porque rechaza la forma (actual) de concebir la realidad”, por lo que expertos en comunicación interna “han trabajado el diálogo, la comunicación y en ese sentido dejan ver la realidad de una forma segmentada y la complejidad puesta en el enfoque global con lo que estamos atravesando ahora”.
En Panamá se puede observar las carencias y ganancias en la lucha contra la desigualdad, agrega Mosquera, y explica que en el país “existen muchas políticas de género, pero la mayoría han sido utilizadas como botín político por los candidatos, en su mayoría de sexo masculino, y después cuando llegan al poder de olvidan de estos reclamos”.
“En materia de liderazgo de comunicación, Panamá está ocupando un tercer puesto de mujeres líderes en el ámbito de la comunicación, esa brecha de género se fue recortando y ha sido el esfuerzo de la cantidad de movimiento e institutos que hay en dicho país”, aclaró Mosquera.
La presidente de CONFIARP remarcó que “Panamá, Puerto Rico y Brasil son los países con mayor liderazgo femenino en la región latinoamericana mientras que en Argentina, Perú y México se han quedado atrás”.
Arrieta, doctora en Comunicación en la Universidad de Huelva, expuso sobre el abordaje de la ONU en relación a la temática del panel, y advirtió que las mujeres como un capital humano representan ciertos inconvenientes en países “donde los esposos pueden impedir legalmente que las mujeres trabajen y se desarrollen económicamente”.
Por otro lado, la pandemia mostró cómo afecta estos factores al desarrollo de las mujeres, siendo que el 60 por ciento trabaja en la economía informal y se las expone a caer en una situación de pobreza, explicó la directora operativa de CINTE.
La actividad fue organizada por la Cátedra Itinerante de la Nueva Teoría Estratégica (CiNTE) y el Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación (Fisec) que ofreció en dos jornadas 6 mesas de diálogo que reunieron a 18 expertos/as internacionales.
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