El canasto, a la basura

Vecinos y representantes de sociedades de fomento rechazaron la propuesta del Ejecutivo munipal para unificar los cestos de basura de todo el distrito y cuyo valor aproximado es de 350 pesos. Muchos aducen que no podrán asumir el costo. “Debería ser el municipio el que se haga cargo del gasto”, coincidieron varios.

En una recorrida realizada por distintas localidades de Almirante Brown, vecinos y centros comunitarios caratularon de “caprichosa” la medida en que el Ejecutivo municipal anunció (mediante un folleto que llegó por correo) que deberían instalar de manera obligatoria un cesto de basura con medidas y características únicas.

El polémico cesto tendrá un valor aproximado de 350 pesos, según lo explicó a esta agencia Lucas Escudero, un empleado de una empresa que confecciona cestos a medida en el partido de Avellaneda.

La obligatoriedad de esta disposición y la extraña forma en la que fue anunciada hace pensar que sólo es un “capricho” de algún funcionario que se va a “beneficiar” de alguna manera con ésto, analizó Liliana Löv, que vive en la localidad de Burzaco desde hace más de 40 años y que afirmó que “de ninguna manera” va a comprar el cesto.

“Yo cuelgo mi basura en la rama de un árbol, ya que hace muchos años con mi marido compramos un cesto de basura y en menos de un mes nos lo habían robado”, comentó a AUNO Gloria Runco, que vive en la localidad de José Mármol desde hace más de 50 años.

Ese mismo temor fue recurrente en el diálogo con vecinos de otras ciudades del partido, como en el caso de Alejandro Vescovo, presidente de la sociedad de fomento “Juan Bautista Alberdi”, de Burzaco, quien a pesar de no estar en total desacuerdo con la medida aseguró que “muchos vecinos se quejan de robos y roturas” de sus canastos.

Vescovo explicó también que no cree que “obligar a la gente que compre e instale un cesto de basura sea la solución” para la suciedad de las calles, ya que “por más que gasten 350 pesos en un tacho no van a dejar, por ejemplo, de tirar botellas y envoltorios en la vía pública”, razonó.

Por otra parte, Ermelinda Ramírez, presidenta de la sociedad de fomento “El ceibo”, también de Burzaco, aseguró que la propuesta oficial “podría ser una solución” ya que en su barrio, cuando un animal rompe una bolsa “nadie lo junta” y la basura que queda tapa las bocas de tormenta, lo que provoca que cuando llueve “se inunde todo”.

Sin embargo, Ramírez no cree que, al menos, quienes viven en las proximidades de “El ceibo”, puedan comprar un cesto de ese valor, ya que es una zona “en la que no sobran 350 pesos”.

En esa misma línea, “Toti”, la dueña de un almacén de barrio en Burzaco aseguró que ya tiene un cesto para sus deshechos y que no le parece bien que la “obliguen a gastar una suma de dinero” con la que ni ella, ni ninguno de sus clientes dispone.

Por su parte, María Florencia González, de Adrogué, concluyó en que si se pretende imponer un cesto de basura obligatorio “debería ser el municipio el que se haga cargo del costo” así también como de su instalación.

“Cuando pagamos la taza de impuesto municipal estamos pagando el barrido y la limpieza, si ellos quieren que en cada puerta esté ese tacho deberían colocarlo ellos sin decir nada” agregó Liliana Löv.

Por su parte, el presidente de la Unión Vecinal “Burzaco Sur”, Manuel González, repudió la obligatoriedad de la medida y aseguró que “el municipio debería aconsejar a las personas sobre los beneficios de ese canasto” ya que en verdad “cada uno debe tener el cesto que quiere o que puede comprar”.

YSV-AFD
AUNO-27-02-09
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