Lomas de Zamora, junio 25 (AUNO).- Un grupo de científicos platenses, pertenecientes al Centro Regional de Estudios Genómicos del CONICET, descubrió dos mutaciones distintas que genera resistencia a insecticidas en las provincias de Salta y Chaco.
Desde el equipo de investigadores de la Universidad de La Plata, dirigido por Sheila Ons, investigadora adjunta del CONICET se informó que “en 2005 se reportó por primera vez en la región del Gran Chaco la presencia de individuos muy resistentes a los piretroides”,insecticida utilizado para combatirla”.
En este sentido, se indicó que para matar a las vinchucas “necesitaban una dosis cien veces superior a lo normal”, y agregó que estos insecticidas son compuestos que se utilizan desde hace más de veinte años y que su reemplazo por otros “no es sencillo, dado que son seguros para el ambiente y los mamíferos”.
Los piretroides son los insecticidas químicos utilizados para combatir plagas que afectan cultivos o la salud humana y animal, que actúan inhibiendo procesos biológicos a nivel molecular, y con el tiempo muchas veces seleccionan mecanismos de resistencia en las especies a las que deben atacar, permitiéndoles sortear el efecto del veneno y seguir con vida.
Al respecto, se informó que los primeros en observar y describir la situación en esa región del norte argentino y sur de Bolivia fueron expertos del Centro de Investigación en Plagas e Insecticidas (CIPEIN, CONICET-CITEFA).
Tras la difusión de la noticia, el equipo platense se interesó en el estudio a nivel genético de las poblaciones resistentes de las vinchucas, para así determinar por qué ya no respondían como antes al efecto del veneno.
Teniendo en cuenta antecedentes en cucarachas, moscas y mosquitos, la hipótesis inicial de los investigadores apuntó a “una posible mutación en el canal de sodio, la molécula blanco, es decir, sobre la cual ejercen su acción los piretroides. Ubicada en la membrana de las neuronas, esta proteína se encarga de transmitir el impulso nervioso”.
Al respecto, Ons comentó que el insecticida “modifica su funcionalidad, provocando que permanezca abierta más tiempo del que debería y por ende dando lugar a una híper excitación que provoca la muerte. Por eso, por ejemplo, al envenenar un bichito, es frecuente verlo moverse rápidamente antes de morir”.
La científica relató que el equipo “logró secuenciar genéticamente una parte importante del canal de sodio, comprobando sus sospechas iniciales: las vinchucas más imbatibles presentaban allí una mutación que lo hacía menos sensible al piretroide. Este rasgo, a su vez, difería entre las poblaciones de Salta y Chaco.
Como consecuencia de este trabajo, el equipo diseñó y patentó a través del CONICET y la Universidad Nacional de La Plata, dos ensayos que, sin necesidad de secuenciar genéticamente desde cero el canal de sodio de cada insecto, permiten detectar la presencia de alguna de las dos mutaciones que se encontraron en Salta y en Chaco.
AUNO-25-06-15-CAS