De bases de datos a gafas de realidad virtual

La segunda edición del Festival de la Innovación y Tecnología Social (FITS) reunió a miles de emprendedores y miembros de ONGs. Hubo charlas sobre comunicación 2.0, inteligencia artificial, drones, realidad virtual, bases de datos y newsletters.

Ariel Agustín Martino

Lomas de Zamora, junio 21 (AUNO).- Emprendedores, estudiantes, periodistas, comunicadores,voluntarios y miembros de distintas ONGs participaron del Festival de la Innovación y Tecnología Social (FITS) en Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de aprender distintas tecnologías en sus vidas diarias y laborales.

El encuentro, organizado por la ONG Wingu, comenzó con un desayuno de bienvenida, en el que una persona, disfrazada de robot, hizo chistes y pidió a todos a que intercambien experiencias con otro asistente para que el ambiente sea más amigable y rico para todos. “Ya tienen su primer amigo del FITS, ahora vayan a las charlas y talleres que quieran”, dijo el presentador.

Así comenzaron las charlas y talleres sobre bases de datos, diseño de newsletters, donantes para ONGs, realidad virtual, y cultura digital con oradores como Gino Cingolani de Taringa! y Yamila García de Chicas Poderosas, que disertaron sobre la relación entre el rol de la mujer y la tecnología.

En la charla “Inteligencia artificial, drones y últimas tecnologías”, los oradores explicaron que “primero hay que buscar lo que se quiere hacer, lo que diga el corazón, lo que te surja de vos, después vas a un programador o científico que intente materializar eso en números, pero nunca hacer el camino inverso”.

De esta manera, se intentó abordar que si bien existe la inteligencia artificial, lo importante es saber qué es pensar, para luego usar la computadora, que seguramente será más útil en términos de estadística y probabilidades que de humanidades.

alt_text

Seguridad digital y privacidad

En tiempos en el que el usuario navega por la web sin tener conciencia de todos sus datos que está registrando, se intentó hacer hincapié en que primeros se debe conocer al “enemigo” para conocer debilidades y fortalezas a la hora de prevenir un ataque virtual o ser hackeado”.

“Los programas informáticos son desarrollados por humanos, quienes son imperfectos, influenciables, amenzables y engañables, por lo que hay que tener mucho cuidado y siempre está la posibilidad de que la información sea violada por otro”, aseguró el costarricense Rogelio López de Access Now.

Se recomendó usar herramientas que no son registradas en la web o tener contraseñas difíciles y cambiarlas mensualmente. “Debe haber un top 10 millones de contraseñas más usadas. Una computadora puede resolver una incalculable cantidad de combinaciones de letras y números, por lo que en poco tiempo la contraseña de uno puede ser averiguada”, indicó López.

Además, sugirieron no tener la misma contraseña para todas las cuentas, ya que si averiguan una, podrán acceder a todo. “No es lo mismo que me esté investigando Google que mi ex novia, por eso hay que primero saber riesgos, debilidades y fortalezas. Estamos expuestos todo el tiempo, a menor o mayor medida, pero siempre podemos estar siendo observados”, concluyó.

Gafas para ver otra realidad

Luego del receso, se fue el sol y regresó el frío. Pero el FITS seguía con energía ya que se acercaba el cierre del evento con el taller más esperado sobre cómo aplicar la realidad virtual en una ONG.

Ésa era la pregunta que todo el público se hacía. Una propuesta de trabajo llegó de la mano de la Fundación donde quiero estar y Ñoño que por medio de los visores de Google Cardboard, llevan la realidad virtual a personas que se realizan las sesiones de quimioterapia en hospitales públicos.

El “jugar” y ver otra realidad ayudó a que los pacientes se sintieran más relajados y así la quimioterapia tuviera más éxito o que la medicina pudiera “trabajar” más en un cuerpo distendido que en otro más tensionado.

Luego, varios miembros del público subieron al escenario para probar los visores y así disfrutar de un nuevo medio de comunicación que está en expansión.

El festival finalizó cerca de las 19 con un público que se llevó desde ideas nuevas para su ONG y con la certeza de que la tecnología puede ayudar a la sociedad, sólo depende de cómo se use y para qué.

AUNO-21-6-16
AAM-SAM

Dejar una respuesta