El Senado dela Nación creó la distinción ‘José Santos Salinas’ destinada a personas que se destacaren en el ámbito de la educación por sus aportes tendientes a lograr calidad, igualdad y progreso de la comunidad.
La iniciativa fue aprobada mediante Resolución Número 1811/19 y fue presentada por las senadoras Olga Inés Brizuela (La Rioja), Pamela Verasay (Mendoza) y por el senador Julio Martínez (La Rioja).
El artículo primero dice: “Instituir la distinción ‘José Santos Salinas’ al mérito en materia educativa, que otorgará el Senado de la Nación”.
Aclara que el reconocimiento “está destinada a personas destacadas en el ámbito de la educación, que hayan aportado a la innovación, la reforma, o la optimización del sistema educativo argentino, mediante acciones o proyectos en la materia, contribuyendo a la mejora en el acceso, calidad e igualdad de la educación, y con ello al progreso de toda la comunidad”.
“Las personas a recibir esta distinción, pueden ser propuestas por los senadores de la Nación y elevadas a la Presidencia de la Cámara para su consideración y resolución. La distinción instituida se entregará en una ceremonia que tendrá lugar en el Palacio Legislativo y consistirá en un diploma de honor otorgado por el Senado”, precisa el proyecto aprobado esta semana.
¿Quién fue Salinas?
Salinas nació el 22 de agosto de 1870, en el paraje El Simbolar, en el departamento General Belgrano, cuya cabecera es Olta, La Rioja. Al morir su padre cuando era muy chico, Adela Escuti, la madre, se fue a Buenos Aires con José Santos y los demás hermanos.
Una vez en la Capital Federal, Salinas hizo la secundaria y el magisterio en el colegio nacional Mariano Acosta de la Capital Federal, luego estudió abogacía en la UBA, fue docente en escuelas porteñas y de Jujuy, inspector nacional, dirigente radical y ministro de Hipólito Yrigoyen.
Marginado por la historiografía y las cátedras de las universidades, Salinas llevó a cabo un dilatado trabajo al frente del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública durante el primer gobierno radical popular (1916-1922).
La creación y construcción de escuelas, el mejoramiento de las condiciones laborales y salariales de docentes en todo el país, la persecución a los usurpadores de títulos, el combate contra el analfabetismo, el ordenamiento de las múltiples aristas del sistema educativo y la ropa y la alimentación para niñas y niños en edad escolar, figuran entre los principales temas que impulsó el funcionario.
La gestión del radicalismo de Yrigoyen se había encontrado con un país devastado en todos los frentes y una realidad política y económica exterior extremadamente complicada.
Salinas hizo escuelas en centenares de parajes y/o puestos olvidados por todos los gobiernos anteriores desde el siglo XIX. El ministro radical creó y amplió derechos.
Universidades
Durante la gestión de Salinas, el 17 de octubre de 1919, el Congreso aprueba la Ley 10.861, promulgada ese mismo día por decreto del Poder Ejecutivo, que crea la Universidad Nacional del Litoral.
Esa casa de estudios había sido provincial hasta esa fecha. Salinas fue rector de la UNL entre 1920-1922 designado por decretos del 18 de marzo de 1922 y del 3 de abril de ese mismo año.
Un caso parecido es el de la Universidad de Tucumán. El 3 de abril de 1921, el ministro Salinas, en representación del Poder Ejecutivo; y Rafael Nocetti, interventor federal de Tucumán, suscribieron el convenio de transferencia de todos los bienes de la universidad (que era provincial) a la Nación.
El convenio obligaba a ésta a organizarse de acuerdo con la Ley Avellaneda aprobada en 1885, durante la presidencia de Roca.
El Chacho, ministro
A escasos días de asumir en el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, Salina concede un reportaje a la revista Caras y Caretas. En la ocasión, cuenta detalles de su vida familiar y social escasamente conocidos.
“(…) Nací, nos dice, en la provincia de La Rioja, en Olta (Departamento General Belgrano), el 22 de agosto de 1870. Fueron mis padres don Félix Salinas y doña Adela Escuti.
CyC: Hemos oído decir, señor Ministro, que en La Rioja se lo conoce a usted por El Chacho, apodo que hizo célebre en su época el caudillo Peñaloza. Nuestra indiscreta pregunta no parece molestar al señor Ministro. Por el contrario, recuerda con agrado el sobrenombre que le hizo popular entre sus condiscípulos.
JSS: En efecto, así me llamaban mis compañeros de estudio, y todavía muchos amigos me siguen llamando El Chacho, en atención a que nací en el mismo punto en que vino al mundo aquel coronel a quien llamaron El Chacho y haber sido éste temible caudillo padrino de casamiento de mis padres y de don Feliciano Salinas, aquel otro caudillo radical de Bragado, que murió a consecuencia de heridas recibidas en ataques traidores y alevosos de sus adversarios, pocos días después de la muerte de los hermanos Islas. Puede decirse que todos mis amigos y condiscípulos me conocieron siempre por El Chacho… Y hoy, ya ven ustedes, el Chacho colegial ha llegado a Ministro de Instrucción Pública.
Bibliografía
Julio R. Castiñeiras, Síntesis Histórica de las Universidades Argentinas. La Plata, 1939.
Revista Caras y Caretas, Buenos Aires, Nº 944, pp. 38-39, 04-11-1916. El periodista que le hizo la nota es Santiago Emilio Dupuy de Lome, que nació el 03-08-1886, en París, y murió el 12-9-1948, en Buenos Aires.
AUNO 16-09-19
HRC