Casi cuatro años después de la muerte de Carla Arduini como consecuencia de haber sido atropellada por Miguel Eduardo Troncoso, que conducía un camión proveedor de la municipalidad de Lanús, el Tribunal Correccional N°6 de Lomas de Zamora decidió condenar al chofer a tres años y seis meses de prisión efectiva y a ocho de inhabilitación para conducir vehículos, bajo el cargo de “Homicidio Culposo”.
El juicio se llevó a cabo en una de las salas de audiencias de los Tribunales de Lomas de Zamora durante el transcurso de la semana pasada, y ayer se dictó la sentencia que condenó al conductor del camión que atropelló a la joven de 15 años, el 22 de diciembre de 2004, mientras cruzaba la avenida Hipólito Yrigoyen en la intersección con 25 de mayo.
En diálogo con AUNO, la madre de Carla, Norma Bonelli, calificó a esta condena como “ejemplificadora para la provincia”, ya que sólo en Capital Federal, las víctimas de accidentes de tránsito poseen la facultad de presentarse como querellantes, mientras que en territorio bonaerense deben hacerlo en condición de “particulares damnificados”.
Por esta razón, Oscar Castellucci, padre de Martín, un joven que murió luego de ser agredido violentamente por personal de seguridad de un boliche de Lanús, y que acompañó a la familia de Carla, señaló a esta agencia que la lucha por conseguir la “autonomía del ‘particular damnificado’ en la provincia, para que no se comentan errores durante el proceso, ganó una batalla importante, pero no definitiva”, explicó.
Tanto la familia Castellucci como la Arduini impulsaron a la creación de asociaciones civiles que luchan por los derechos de las víctimas de la violencia cotidiana.
Asimismo, quienes estuvieron acompañando al acusado el día de la sentencia también declararon a AUNO: “El (por Troncoso) estaba al tanto de las condiciones del vehículo, por eso se merece esta condena”.
El hecho que se juzgó se produjo cuando la joven regresaba a su casa con su abuelo, cerca de las 16, luego de realizar las compras navideñas cerca de la estación de trenes de Lanús.
Al querer cruzar la avenida Hipólito Yirigoyen, la joven fue atropellada por un camión de la empresa Amore Hermanos, que conducía Troncoso, que no la auxilió y detuvo su marcha a una cuadra.
En primera instancia, Carla, fue asistida por médicos de EMERSUR (una empresa de emergencias médicas) que pasaban por la zona a bordo de una ambulancia, y que trasladaron a la víctima al Hospital Evita de esa localidad del Sur del Conurbano.
La joven falleció cuatro días más tarde, en el Sanatorio de la Providencia, en Capital Federal, donde había sido derivada, producto a la gran cantidad de traumatismos que le provocó la embestida del camión.
Según indicaron las pericias del caso, Miguel Troncoso “cruzó cuando el semáforo cambiaba de amarillo a rojo, circulaba del lado de la avenida que no le correspondía; a una velocidad mayor a la permitida y con exceso de carga”. Éstas fueron las causas que determinaron el agravante para que la imputación del acusado sea la de “homicidio culposo” con un “grado plural de acciones imprudentes”.
También, el perito mecánico de la causa precisó que el vehículo “no contaba con el mantenimiento adecuado” a pesar de que en septiembre de 2004, le habían realizado los controles exigidos por la Verificación Técnica de Vehículos (VTV), los cuales consignaron las falencias que registraba el vehículo.
Por otro lado, el juzgado hizo hincapié en que el acusado presentó testigos que “no fueron tomados en cuenta por tener severas contradicciones”, tanto con ellos mismos como con los demás declarantes, entre ellos el abuelo de la joven, los médicos que asistieron a Carla y los peritos. Otra de las causas que agravó la situación del acusado, es que cuenta con antecedentes policiales por “portación de documentos falsos”.
“Estoy satisfecho porque se hizo justicia”, destacó Héctor Arduini, el padre Carla, minutos después de conocerse la sentencia.
AUNO-15-09-08
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