Escuelas de Buenos Aires y el norte de Salta tendrán un elemento en común para borrar la distancia que las separa. A partir de una propuesta solventada por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), los chicos de ambos lugares realizarán murales con las historias de vida y las tradiciones de sus pares como herramienta para lograr una “interculturalidad adjetivada y romper los prejuicios que construye la educación formal”.
La iniciativa ya está en marcha. En este mes, un equipo de docentes porteños y del Gran Buenos Aires viajará a territorio salteño para retomar contacto con las comunidades aborígenes de la zona, entre las que se cuentan la toba, la wichí y la kolla; además de escuelas “no indígenas”. La consigna es afianzar “un ida y vuelta” entre cada pueblo y registrar los elementos característicos del bagaje cultural del otro en las paredes de la propia escuela , según detalló el coordinador del area cultural del INAI, el sociólogo Osvaldo Cloux.
“Trabajamos para una verdadera interculturalidad, adjetivada, acompañada de palabras como ‘justo’ o ‘ecuánime’”, sintetizó Cloux , en contraposición a “la mala interpretación que puede adquirir el término en tanto se confunda integración con monoculturalismo; es decir, se pretenda que las culturas aborígenes adopten la dominante”.
El proyecto convocará al grupo de maestros y especialistas que trabajaron en la publicación del libro “Te contamos de nosotros” en el que los niños indígenas aportaron sus dibujos y sus escritos para narrar a los chicos de Buenos Aires cómo son su forma de vida y sus creencias, de modo que la nueva propuesta busca “evitar que el intercambio muera en una publicación”.
En Salta, a ocho kilómetros de la localidad de Aguaray, se encuentra el primer mural que ya está finalizado a partir de la correspondencia que los niños de la zona mantuvieron con los de Buenos Aires, luego de su visita del 12 de octubre de 2004, cuando se presentó oficialmente el libro financiado por el INAI en la Biblioteca Nacional.
“Si hay dos elementos que según remarca Cloux facilitan trabajar la interculturalidad con los más chicos, esos son la apertura al conocimiento y la falta de prejuicios”. En este sentido, el sociólogo responsabilizó al sistema educativo formal de difundir una mirada parcial del aborigen en la historia argentina.
“Hay que tomar conciencia histórica de lo que fue el indígena y su cultura. Nos sentimos hijos de los europeos, de los que se dice que vinieron a hacer patria, pero no estaban solos en este suelo. Es una tierra que no nos pertenecía. No olvidemos que los primeros desaparecidos fueron los indígenas”, sentenció.
Se trata de borrar los reparos transmitidos de generación en generación hacia el otro cultural, un cambio que el sociólogo sostiene que está en manos del revisionismo y de los medios de comunicación. Transformación a la que “debe sumarse la escuela para los prejuicios de padres y abuelos sean rotos por el mismo niño”.
MNL-GDS