Lomas de Zamora, mayo 31 (AUNO).- Banfield cerró el peor semestre con apenas 15 puntos en 16 jornadas y apenas dos triunfos en los peores seis meses desde su regreso a Primera División en julio de 2014. Sin embargo, el conjunto dirigido por Julio César Falcioni tendrá revancha en la segunda mitad de año.
Los magros resultados tienen su explicación en la desarticulación de la medular del plantel que logró los 50 puntos del año pasado y la clasificación para la Sudamericana bajo el interinato de Claudio Vivas en reemplazo de Matías Almeyda.
Es que las ventas de Mauricio Cuero, Nicolás Domingo, Sergio Vittor y las salidas de Juan Cazares y Enrique Bologna socavaron el volumen futbolístico y la solidez de un equipo que nunca logró obtener la regularidad que había adquirido en la estocada final de los últimos meses de 2015. Además, la mala situación económica del club no le permitió invertir las ganancias en refuerzos.
Si bien se consolidaron en la titularidad juveniles como Iván Rossi, Claudio Villagra y Alexis Soto, el ‘Taladro’ jamás pudo reemplazar a Vittor, Domingo, Cazares y Cuero.
Las dubitativas actuaciones de Franco Colela en el mediocampo, el bajo nivel de Claudio Pérez en defensa, las lesiones de Brian Sarmiento y las dificultades para sacar provecho de la dupla de Santiago Silva y Giovanni Simeone en ataque causaron la muy pobre campaña.
Pese a todo eso, Vivas ya esperaba un “semestre de transición” para sanear la situación económica del club, por lo que no avizoraba incorporaciones que no vinieran a préstamo o con el pase en su poder, aprovechando también el colchón de puntos cosechados el año anterior que evitarían complicaciones con el promedio del descenso.
Los resultados obtenidos con un limitado plantel engulleron a Vivas que había llevado a Banfield a una competencia internacional luego de seis años y precipitaron la llegada de Julio César Falcioni, que desembarcaba nuevamente al Sur con el mágico recuerdo del Torneo Apertura 2009.
Pero el equipo no pudo mejorar. El ‘Taladro’ perdió los dos clásicos contra Lanús en los albores del tercer ciclo del ‘Emperador’, apenas logró una victoria en siete presentaciones y en ningún momento superó el pobre rendimiento que exhibía el equipo antes de su arribo.
El agónico triunfo en la Copa Argentina frente a Defensores de Villa Ramallo, del Torneo Federal A, estuvo cerca de tachar más temprano de lo esperado uno de los objetivos ‘albiverdes’ trazados a principios de año.
Además de la eliminatoria doméstica, el ‘Taladro’ afrontará la nueva temporada que será de 30 jornadas y se disputará de agosto a junio, y la mentada Copa Sudamericana. Pero para poder cumplir por lo menos un digno papel deberá reforzar todas sus líneas.
Como en cada mercado de pases, se mencionan posibles retornos de futbolistas que por los grandes rendimientos realizaron sólidas carreras en el exterior, como son los casos de Renato Civelli, Jesús Dátolo y Emiliano Armenteros. Sin embargo, la concreción de los rumores parece ser más lejana de lo que parece.
A pocos días de haber finalizado el olvidable Torneo de Transición, Banfield podría oficializar su primer refuerzo, pues Nicolás Colazo, sin lugar en Boca, podría llegar en calidad de cedido. Pero, en contrapartida, son varios jugadores los que se irían.
Falcioni no tendría en cuenta al ‘Chiqui’ Pérez, que llegó cedido proveniente del ‘Xeneize’, y no continuaría, lo que dejaría vacante un lugar en la zaga central que no parece que pueda llenar Jorge Rodríguez ante la salida de Fabián Noguera.
Por su parte, Simeone seguramente continuará su carrera lejos del Florencio Sola, pues su opción de compra es de 3 millones de dólares y la comisión directiva no está dispuesta a tirar del talonario para quedárselo. River no quiere otro préstamo en el ‘Albiverde’.
Rumores, trascendidos y versiones se apoderarán en las próximas semanas del mundo Banfield, que deberá soportar las incertezas en el mercado que asegura una economía endeble como la que tiene el club. La triple competencia es por ahora una utopía.
AUNO 31-05-16
AS-MFV