(AUNO*).- Aunque un ataque cerebrovascular puede producirse en cualquier etapa de la vida, hay algunas personas que corren más riesgos. Las personas fumadoras, diabéticas, con sobrepeso, con hipertensión arterial, colesterol elevado, y con una dieta rica en grasas y azúcares refinados son más propensas a sufrir una obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro.
Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud señaló que este tipo de ataques constituye una de las primeras causas de muerte en América Latina. Cada año, más de 22 mil personas mueren en la Argentina como consecuencia de accidentes cerebrovasculares, una enfermedad considerada la causa más frecuente de incapacidad neurológica en el mundo occidental.
“Las cerebrovasculares constituyen enfermedades muy importantes desde el punto de vista de la salud por su alta mortalidad, secuelas y recursos económicos que demanda”, explicó Jorge Alberto Parisi, médico clínico y ex jefe del servicio de Terapia Intensiva del Hospital “Alejandro Korn” de La Plata.
Los síntomas más típicos de esta enfermedad son problemas en la vista, mareos, confusión, debilidad, perdida del equilibrio, dolor de cabeza y dificultad al caminar. Estos síntomas pueden aparecer de repente como consecuencia de una obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo que compromete el suministro de sangre a las células del cerebro.
“Un accidente cerebrovascular, si no mata, deja severas incapacidades intelectuales y motoras, lo cual tiene un efecto muy importante no sólo sobre el paciente y su familia, sino también sobre la sociedad, porque los tratamientos de rehabilitación son muy prolongados y costosos”, señaló Parisi.
Durante mucho tiempo los accidentes cerebrovasculares fueron considerados enfermedades casi terminales y poco podía hacerse por los afectados. En la actualidad se han realizado grandes avances desde el punto de vista de la prevención y tratamiento de este tipo de afecciones.
Parisi comentó que “una mayor difusión” de las secuelas que pueden derivar de la enfermedad vascular cerebral y de las medidas básicas para prevenir esta patología pueden lograr una disminución de su incidencia. “La gente debe tomar conciencia de los riesgos que implican, en especial, los valores altos de la presión arterial y del nivel de colesterol en sangre”, manifestó el médico.
Las personas que sufren de hipertensión tienen de cuatro a cinco veces más probabilidades de padecer un accidente cerebrovascular. Como factor de riesgo se estima que aumenta su importancia a medida que aumenta la edad. Por cada década por encima de los 55 años las probabilidades se duplican y el 65 por ciento se da en mayores de 65.
“El tabaco duplica la probabilidad de padecer un accidente cerebrovascular al propiciar la arteroesclerosis y aumentar los niveles de coagulación de la sangre”, explicó el especialista, quien también señaló que el exceso en el consumo de alcohol es otro de los factores que producen normalmente un incremento de la presión sanguínea.
Otro de los factores de riesgo es el uso de drogas. La cocaína “#8220;como la hipertensión- reduce el flujo de sangre cerebrovascular hasta en un 30 por ciento, conduciendo a un estrechamiento de las arterias. Además afecta al corazón produciendo arritmias y acelera el ritmo cardíaco que puede conducir a la formación de coágulos de sangre.
Otras drogas, como las anfetaminas, la heroína y los esteroides pueden hacer que los vasos sanguíneos se estrechen y aumente la presión de la sangre. Para prevenir un ataque cerebrovascular y sus consecuencias los especialistas recomiendan controlar que la presión arterial se encuentre en los valores normales, realizar los tratamiento adecuados en el caso de la diabetes mellitus y cuidarse de no caer en excesos durante la comida, con el alcohol y el tabaco.
AUNO 09-09-03 mar dc