Neurólogos argentinos trabajan en un proyecto internacional para desarrollar un sistema de seguimiento _on line _ de pacientes con cefaleas por abuso de medicación, que permitiría ver la evolución diaria mediante conexiones a través de una computadora y brindarles un tratamiento continuo y personalizado.
El proyecto fue presentado por profesionales de la Universidad ISalud y de la Fundación de Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia (FLENI) que participan del programa de “Monitoreo Continuo de las Cefaleas por Abuso de Medicación en Europa y Latinoamérica. Desarrollo y Sistematización de un Sistema de Alerta y Apoyo en la Toma de Decisiones”, que también se denomina por la sigla “Comoestas” (a partir de su denominación en inglés).
El proyecto de investigación, que se lleva a cabo en seis países, comenzó a implementarse en Argentina enero de 2008 con cien pacientes, y está en la última etapa. Funcionan dos grupos que son tratados de la misma manera. La diferencia radica en que en el primer grupo el paciente completa un Diario de Cefaleas en papel y se comunica con el profesional en la consulta, como siempre lo hizo, mientras que el segundo grupo utiliza el diario electrónico que permite una comunicación rápida con el profesional.
Los especialistas aseguran que la automedicación y el uso excesivo de medicamentos que habitualmente se utilizan para aliviar las cefaleas pueden agravar la frecuencia y la intensidad del padecimiento. Según la Organización Mundial de la Salud, (OMS), las cefaleas por abuso de medicación afectan a más del 3 por ciento de la población adulta mundial y al 1 por ciento de los adolescentes.
El trastorno aparece en personas que buscan aliviar sus cefaleas utilizando incorrectamente los medicamentos sintomáticos, como ergotamina, analgésicos, antiinflamatorios, opioides, triptanos en formas simples o en combinaciones. Un estudio realizado durante dos meses en el FLENI reveló que el 70 por ciento de las personas que consultaron por primera vez por cefalea presentaba abuso de medicación analgésica.
Según la farmacéutica María Osa, integrante del programa, este diario electrónico tiene la ventaja de que “el médico puede saber si la efectividad en la disminución de las crisis es buena y, si logra bajar la dosis de medicación requerida en el grupo que utiliza el diario electrónico, se puede aceptar que la efectividad de este trabajo es positiva”.
El proyecto lo integran, en el país, la Universidad Isalud y la Fundación de Lucha contra las Enfermedades Neurológicas Infantiles (FLENI ), quienes trabajan en conjunto con la Fundación Instituto Neurológico Casimiro Mondito (Italia), la Región Hovedstaden, Glostrup Amtssygehuset de Dinamarca, la Universitaetsklinikum Essen de Alemania, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Fundación de la Comunidad Valenciana para la Investigación Biomédica, la Docencia y la Cooperación Internacional y Desarrollo para el del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
Para Jorge Leston, médico neurólogo de FLENI e integrante del Centro Integral de Dolor de ese establecimiento, “las cefaleas pueden ser de origen orgánico, pero hay otras de las que no tenemos idea cómo se producen”. “Las dos —continuó Leston— son solucionables aunque no en todos los casos, cosa que depende del paciente, en gran medida, pero también del médico y de la medicación”.
“Las cefaleas no orgánicas —explicó el especialista— son las migrañas o las cefaleas tensionales. Las migrañas pueden tener síntomas previos, van cambiando con los años, aunque es un dolor de cabeza con posibilidad de tener síntomas neurológicos, molestia ante la luz. El problema es que muchas veces los pacientes se automedican”.
“Aunque los médicos —continuó Leston— no siempre tenemos la manera de tratar este tema. El problema es cuando los pacientes abusan de las drogas para tratar este problema y de esta manera su calidad de vida disminuye porque el 30 por ciento de los pacientes con este tipo de dolores de cabeza tiene las tasas más altas de desempleo y adicciones”.
El licenciado Eugenio Zanarini, Vicerrector de ISalud explicó que el primer paso para evitar el abuso de medicamentos sería evitar que los analgésicos sean de venta libre ya que con el actual sistema el Estado no se hace cargo del problema y las obras sociales o las empresas de medicina prepaga se benefician ya que no cubren los medicamentos vendidos sin receta.
María Teresa Goicochea, neuróloga del Centro Integral del Dolor de FLENI, señaló que “todos nosotros tenemos algún familiar o conocido con dolores de cabeza, cualquiera sea su origen, y el problema es que no les prestamos atención”.
Para Goicochea “uno de los problemas que tiene esta enfermedad es que se da en edades productivas, por lo que los costos son muy altos, tanto para el sistema de salud como para la actividad económica, porque el paciente deja de trabajar o baja su rendimiento”.
“Aunque puede haber motivos biológicos para este tipo de dolor, también hay ciertos factores del medio o propios del paciente, que nos acercan al umbral del dolor de cabeza” señaló Goicochea.
“El consumo de analgésicos debe ser moderado porque en la vida diaria hay muchos factores que pueden despertar el dolor de cabeza como las luces intensas, el alcohol, los ruidos, el stress, el fumar. Entonces, como es difícil no estar expuesto a estos factores durante el día, se puede tratar de hacer prevención con analgésicos”, explicó Goicochea.
“El problema es que —continuó Goicochea— si las crisis de dolor son cada diez días no pasa nada, pero si son una o dos veces por semana se complica por el uso de analgésicos porque estos predisponen al dolor ya que entre el 60 y el 80 por ciento de los pacientes con cefalea tiene cronicidad en esta patología”.
“Por eso hay que educar al paciente sobre qué tiene que tener en cuenta para saber cuándo tiene que tomar su medicación, cuánto tiene que tomar, cuándo tiene que ir al médico y también hay que trabajar con la familia del paciente” explicó Goicochea.
“Una cosa que se suele hacer es que agenden los dolores de cabeza para tener datos concretos de cuando se manifiesta la patología” comentó Goicochea. “Por eso, lo importante es que lleven un registro de los medicamentos que toman y por eso el Programa “¿Cómo Estas?” tiene un sistema que funciona por Internet que sirve para que el médico pueda hacer un seguimiento casi diario de cómo funciona el tratamiento”.
Maria Osa, farmacéutica e integrante del proyecto explicó que “este proyecto esta inmerso en un área que se llama aplicación de la tecnología de la información y la comunicación avanzada para la evaluación del riesgo y la seguridad en el paciente dentro de la que esta la automediciación”. “El problema —consideró—se presenta cuando este abuso los incapacita para realizar otras actividades de la vida diaria”.
“Desde el programa y por nuestra experiencia en la medicina —continuó Osa— comprobamos que en nuestro país y latinomerica se usan medicamentos con ergotamina cuando en Europa ya no se usan, por eso el objetivo de este proyecto es tratar de demostrar que el tratamiento de la cefalea por abuso de la medicación puede mejorar con la aplicación de tecnologías de la información y la comunicación”.
“Esta cefalea es curable mediante la interrupción de ese medicamento. Se controla el dolor de otra manera”, señaló Osa. “Después de esa etapa —explicó— se usa lo que se llama medicación preventiva y también medicación sintomática , la que se toma durante el dolor, el problema es cómo estar en contacto con el paciente para que no caiga en otra adicción y ahí es donde entra a funcionar este proyecto que desarrollo la Historia Clínica Electrónica Interactiva”.
“El objetivo del programa es buscar mejorar la comunicación con el profesional y este sepa que pasa con el paciente de manera constante y evitar los cuadros agudos”, agregó.
La Historia Clínica Interactiva tiene 4 componentes básicos. El primero está conformado por los datos básicos del paciente. El segundo, es el diario electrónico de cefaleas que el paciente completa cuando le duele la cabeza, dice qué tomó, qué hizo, y lo trasmite por internet. El tercer elemento es un Centro de Apoyo al Paciente, que tiene un protocolo de acción que brinda una alerta al médico cuando un paciente puede estar en peligro por la medicación y permite que el médico se comunique con el paciente. Y por último, hay un programa de interconsultas con otro especialista cuando los profesionales lo creen necesario.
“De esta manera lo que hacemos es mantener el contacto con el paciente sin necesidad de tener un contacto físico, que a veces es difícil, cosa que es muy importante en patologías crónicas” destacó Osa.
Osa señaló que “la Unión Europea financia este proyecto porque este abordaje tiene un impacto potencial en la mejora de otras patologías crónicas como la diabetes, el parkinson y la idea es que se pueda trabajar con estas patologías de la misma manera”.
Se van a difundir los resultados para que se puedan usar en otras patologías crónicas aunque todavía no tenemos estipulada la manera, si los resultados son los que esperamos.
AUNO 11-02-10 MS EV