(AUNO*)“Hay que buscar otros mecanismos en las campañas gubernamentales de prevención”, reclamó Mabel Bianco, presidenta de la Fundación Para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) y especialista en epidemiología.
En declaraciones a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión, Bianco resaltó que las campañas “deben orientarse a información más valedera, más certera, y hacer hincapié en el uso del preservativo”. La especialista consideró que “hace un año largo que no se ven campañas de prevención” que hagan foco en este tema.
“Tiene que haber profundización, permanentemente. Hace falta la continuidad”, manifestó la especialista, que opinó que “si hubo algo que fue útil, tiene que retomarse”.
Por su parte, Leandro Cahn, coordinador de Comunicación de la Fundación Huésped, consideró que el Ministerio de Salud “trata el tema del HIV de manera no repudiable, pero las campañas no apuntaron donde debían, ya no tienen que ver con la realidad de mucha gente. Por otra parte, falta continuidad”.
Cahn recordó que “la última campaña estatal era en relación con el 1º de Diciembre, por el Día Mundial de Lucha contra el Sida, y hablaba sobre los modelos de preservativo. Desde el punto de vista de que es bueno que el Estado promueva la prevención, era una campaña importante. Pero era incompleta, porque en esa oportunidad se distribuyeron un millón de preservativos gratuitos, pero eso en la campaña no se decía”.
En este sentido, recordó que “se repitió un error histórico, ya que si retomamos las posturas del Estado en un primer momento nos encontramos con un no tratamiento del tema. Después hubo una campaña con famosos sentados en un sillón blanco diciendo “#732;Avisá”#8482;, que no dice nada, porque ¿avisá qué?”.
En una tercera etapa, señaló Cahn “ya con el Proyecto Lusida, la campaña pretendió ser seria, pero siempre estuvo dirigida a la clase media urbana. Tenía un mensaje tipo “#732;si lo sabés, hacelo”#8482;, que tampoco dice nada. Sólo fue parafernalia comunicacional”.
En el año 2001, el Proyecto Lusida del Ministerio de Salud de la Nación encuestó a 900 personas de entre 16 y 65 años, de ambos sexos. Sólo el 22 por ciento dijo que utilizaba siempre preservativo en sus relaciones, mientras que el 47 por ciento expresó no usarlo nunca o casi nunca.
Del trabajo surgió que la confianza en la pareja es la razón principal que esgrimen quienes son reticentes al uso del profiláctico. El segundo motivo es la utilización de otros métodos anticonceptivos.
Bianco admitió sobre este tema que “es muy difícil plantear el uso del preservativo cuando las parejas se estabilizan, porque surgen discusiones respecto a la desconfianza”.
Desde que el primer caso de sida se detectó en la Argentina en 1982, hay un total de 21.865 enfermos notificados en el Programa Nacional de Lucha contra el Sida. La cifra corresponde a los últimos datos, que son de mayo de 2002. Desde el organismo estiman que los casos son más de 25 mil.
“Hubo casos de experiencias estatales exitosas, como el caso de Brasil: en 1986 sólo el 5 por ciento decía que usaba profiláctico en la primera relación. En 1999 esa cifra ascendió al 48 por ciento. Se venden 650 millones de preservativos, que es un promedio anual de cuatro preservativos por habitante. El Gobierno brasilero distribuye 1,5 preservativos por habitante anual”, detalló Cahn.
En la Argentina, comparó Cahn, “los datos indican que se venden 2,5 preservativos anuales por habitante. El Gobierno de la Ciudad distribuye tres millones por año, mientras que el Estado nacional reparte un millón más. En proporción es 0,1 preservativo anual por habitante, considerando que estamos hablando de un artículo suntuario y la opción, en muchos casos, puede ser comer o comprarlo”.
AUNO 16-09-03 MAR db