Alumnos que combinan enseñanza con ayuda social

En la localidad bonaerense de Bernal, alumnos y profesores se trasladan con un laboratorio móvil a escuelas rurales o de islas de la provincia de Buenos Aires para transmitir conocimientos científicos y experiencias con vistas a mejorar la calidad de vida de la comunidad

Por Elisabet Contrera

(AUNO-TERCER SECTOR*) Los materiales: una botella de vidrio, plastilina, colorante para torta, un sorbete y un poco de agua. El resultado: un termómetro. La guía de instrucciones está en manos de un grupo de docentes y alumnos de un colegio de Bernal que recorre, con su laboratorio móvil, escuelas de escasos recursos para trasmitir conocimiento y ayuda social.
El “Campamento Científico-Solidario” conformado por profesores y alumnos de la Escuela Educación Técnica Nº2 Paula Albarracín de Sarmiento en Bernal tiene un doble objetivo: por un lado, fomentar el desarrollo de las ciencias con experiencias interactivas y por otro, asistir por medio de donaciones de alimentos y libros a escuelas rurales o de islas de la provincia de Buenos Aires.
Román Camacho, Rodolfo Ortiz y Aldo Echeverry fueron los mentores de este proyecto, que nació a finales del 2001 y que hoy recibe el apoyo de cuarenta alumnos, de entre 16 y 17 años, que dicen sí a la iniciativa de llevar a escuelas distantes “#8220;la última en la isla Martín García- el conocimiento que u
Según Camacho, profesor de “#732;Procesos Productivos Industriales”#8482; y “#732;Tecnología de Control”#8482;, el campamento, al que solo acuden 8 alumnos por una cuestión didáctica, es “una experiencia enriquecedora y a la vez rigurosa. Hay que trabajar, y mucho”. El día elegido comienza muy temprano para ellos, a las seis se emprende el viaje, el cual se realiza sin medios propios. Lo primero que hacen es acampar en la zona seleccionada para luego dirigirse con el kid de experiencia a la escuela. Ya en el aula y frente a la mirada asombrada de los chicos, unos arman el laboratorio y otros organizan los talleres. Terminada la jornada de trabajo, regresan al campamento y mientras preparan la cena, se debate sobre lo que aprendieron en el día.
Los clases, que se llevan a cabo de 9 a 14, fueron organizadas bajo la modalidad de aula taller y en ellas se realizan diversas experiencias en disciplinas tales como tecnología, física, química, biología, medio ambiente y astronomía. Las actividades varían según la edad de los alumnos.
Para Camacho, la meta es “asistir a las maestras de estas escuelas para que con muy poco puede hacer mucho”, ya que con materiales que están al alcance como por ejemplo una botella de plástico, se puede fabricar una estación metereológica, o un pluviómetro con una botella de gaseosa, o realizar una determinación de PH con pétalos de flores.
Además, enseñan a reciclar papel, a fabricar un horno solar y en una oportunidad en que visitaron una escuela de la Isla Martín García los chicos aprendieron cómo realizar análisis químicos del agua.
Pero el vínculo entre ellos y los otros no termina ni bien se cruza a puerta de salida, sino que se extiende por medio del correo electrónico que envían las maestras para realizar consultas sobre las experiencias, para gestionar una segunda visita o simplemente para agradecer.
Antes de despedirse y para que el factor económico no interfiera en el aprendizaje, los alumnos-maestros entregan a las escuelas, además de productos de primera necesidad, los materiales impresos, la bibliografía y las guías para desarrollar las actividades.
El proyecto de la escuela Nº 2 participó del concurso “#732;Escuelas solidarias”#8482; lanzado por la cadena de supermercados Wall Mart que premia las iniciativas que tienden al bien común. El “#732;Campamento Científico Solidario”#8482; recibió una mención especial consistente en una orden de compra por 1500 pesos con la cual comprarán material de trabajo y alimentos destinados a nuevas visitas.
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Cómo comunicarse:
Escuela de Educación Técnica Nº 2 “#732;Paula Albarracín de Sarmiento”#8482;. Teléfono¨4252-1185.
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