Por el derecho a la salud

La conmemoración del Día Internacional del Cáncer Infantil echa luz sobre una enfermedad que en el país afecta cada año a 1200 chicos, la mayoría de los cuales no son diagnosticados a tiempo ni acceden al tratamiento adecuado. Una fundación que ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias organiza una jornada de concientización sobre el tema

Por Favio Orellana

(AUNO-TERCER SECTOR*) La falta de acceso al diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil provoca cada año la muerte de 100 mil chicos en todo el mundo, lo que equivale a un 80 por ciento de los casos. En Argentina, 1200 chicos contraen la enfermedad cada año.

La fundación Natalí Flexer, dedicada a mejorar la calidad de vida de los niños que padecen cáncer, sostiene que, en el país, las mayores desigualdades se dan en las provincias, por la escasez de centros de atención especializados y su falta de complejidad.
“Concientizar”, es la palabra clave que la presidenta de la entidad, Edith Grynszpancholc, utiliza para explicar el objetivo de la jornada que el 27 febrero reunirá en el Zoológico de la ciudad de Buenos Aires a los niños con cáncer que se atienden en los hospitales de Capital y Gran Buenos Aires en apoyo a la conmemoración mundial por el Día Internacional del Cáncer Infantil. Allí serán agasajados con pizza, regalos y distintas sorpresas y participarán también familiares, amigos, voluntarios y profesionales de los distintos servicios de Hemato-Patología Pediátrica de centros de salud.
En sintonía con esta idea, la Confederación Internacional de Organizaciones de Padres de Niños con Cáncer (ICCCPO), de la que la Fundación Flexer forma parte, presentó un pedido ante las Naciones Unidas para solicitar el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño de este organismo, específicamente, en lo que se refiere a los derechos a la vida, tratamiento de la enfermedad, y la rehabilitación.
La fundación cuenta con 100 voluntarios que trabajan en distintos hospitales como el Posadas, Casa Cuna, Ricardo Gutiérrez, Pedro de Elizalde y Garrahan. En cada lugar con distintas modalidades. También acompañan a las familias en el seguimiento del tratamiento de los hijos con cáncer y con instituciones y fundaciones en lo que hace a capacitación de enfermeros, entrega de material y donación de equipos.
“Nos mantenemos en contacto con las provincias del interior del país y las organizaciones de padres de chicos con cáncer”, sigue la presidenta. Lo hacen a través del Equipo Itinerante Multidisciplinario en Oncología Pediátrica de la Sociedad Argentina de Pediatría, que visita las provincias una vez por mes y, entre otras cosas, entrega becas de perfeccionamiento para Enfermería, fomenta la creación de grupos de padres y alerta a los pediatras sobre la necesidad del diagnóstico precoz.
Más allá de esta cuestión, no solo se trata de detectar tempranamente los primeros síntomas, sino también, por ejemplo, de “proveer la droga cuando se la necesita, y no cuando la obra social pueda”. Muchas veces el trámite excesivo y burocrático, donde la responsabilidad institucional se hace ostensible, hace que el tratamiento sea aun más penoso. “Si el cáncer es tratado a tiempo se ahorra dinero y la terapia es menos cruenta”. Entonces, según la titular del organismo, la esencia del problema es “la falta de recursos y capacitación que a la hora de la detección temprana de la enfermedad hace que se pierda mucho tiempo.”
Existen dieciseis grupos de padres en todo el país que ayudan a mejorar la atención de los chicos. Por eso, Grynszpancholc considera que deben contar con más apoyo institucional: “Me conformaría con una relación más estrecha entre el Tercer Sector y el Gobierno”, apunta.

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Cómo comunicarse:
Fundación Natalí Dafne Flexer. Correo electrónico: edith@fundacionflexer.org.
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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector

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