La experiencia tuvo su inicio con la siembra de las primeras semillas, el 2 de enero último. El experimento consiste en tratar las semillas con esta técnica , para luego implantarlas en los sembradíos, rodeados por un cable continuo que produce un campo magnético. La energía que circula procede de un equipo de magnetoterapia utilizado hasta ahora solo en terapias medicinales y kinesiologicas.
El técnico electrónico e inventor del equipo, Omar Vicente Rey, quien esta al frente de la investigación, busca extender a la agricultura los resultados que el electromagnetismo produce en el organismo humano.
Por su parte, el productor agrónomo tandilense Carlos Quillehauquy, quien también intervino en la experiencia, aseguró que “las plantas obtenidas son más robustas, tienen más vainas y más hojas”.
El equipo creado por Rey fue galardonado con la distinción “Dr Carlos Deculje” que es el primer premio en Medicina y Kinesiologia, por un trabajo realizado sobre el tratamiento de cervicalgias, realizado en un hospital de Ezeiza.
Al referirse sobre los aspectos técnicos, Rey comentó que “la diferencia fundamental está en el campo magnético que aplicamos, ya que hasta el momento siempre se utilizó las frecuencias de 1 a 200 gauss y ahora con este equipo estamos trabajando con frecuencias de onda de 1 a 0,1 gauss, que son mucho menores.
La experiencia realizada en Tandil fue puesta en conocimiento de técnicos del INTA de la estación Balcarce. “Nuestros técnicos vieron un cultivo ya en su etapa final, por lo cual no pudieron apreciar diferencias cuantificables”, explicaron voceros del organismo.
AUNO 5-7-04 OO/EV