(AUNO) Hasta no hace mucho tiempo, las pacientes que hacían tratamientos de fertilización debían recurrir exclusivamente a hormonas extraídas a partir de orina de mujeres posmenopáusicas, que no poseían la concentración y pureza exactas: había una gran diferencia en la cantidad de hormonas presentes en cada lote. En cambio, desde que se utilizan las hormonas recombinantes, obtenidas mediante ingeniería genética, la actividad es más pareja y la estimulación ovárica es más efectiva, destacó el médico Nicolás Neuspiller, especialista en reproducción asistida.
Mientras que las hormonas urinarias alcanzaron, con los años, una pureza del 95 por ciento, las hormonas recombinantes llegan al 99 por ciento, con menor probabilidad de causar reacciones alérgicas locales o sistémicas, tales como enrojecimiento cutáneo e irritación.
“Con las hormonas recombinantes, los resultados son mucho mejores en la cantidad y calidad de los ovocitos producidos, con lo cual efectivamente se aumentan las tasas de fertilización y de embarazo”, explicó Neusspiller a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión.
Las técnicas de reproducción asistida son las mismas, ya sea que se utilicen hormonas urinarias o recombinantes. La diferencia reside en que “las últimas mejoran los resultados en la estimulación ovárica”, explicó Neuspiller.
Las técnicas de fertilización pueden ser de baja complejidad, como inseminación intrauterina, o de alta complejidad, como fecundación in vitro. “En ambos casos, lo frecuente es realizar una estimulación ovárica (mediante la administración de hormonas) en el ciclo de tratamiento, para aumentar la cantidad de ovocitos que produce la paciente”, explicó el médico.
Desde su experiencia en estos tratamientos, Neuspiller, que además es director médico de un centro de reproducción asistida, aseguró que con la utilización de hormonas recombinantes “disminuyó la tasa del síndrome de hiperestimulación ovárica, que aparecía en el 5 por ciento de las estimulaciones, y hoy ocurre en apenas 1 por ciento”.
Respecto a los costos del tratamiento, “algunas empresas de medicina prepaga, según el plan del socio, cubren un porcentaje de la medicación utilizada en un tratamiento de fertilización asistida, como si se tratara de cualquier otro plan terapéutico. Pero la mayoría de las obras sociales y prepagas no los cubre”, indicó.
Asimismo, señaló que los valores de las hormonas recombinantes “son mayores que los de las hormonas urinarias porque los laboratorios que las producen utilizan técnicas de biotecnología sofisticadas”. Aclaró que “los costos varían según el laboratorio y el producto”. El tratamiento puede realizarse “en todo centro de reproducción asistida, y algunos hospitales públicos”, informó.
Las contraindicaciones para el uso de hormonas recombinantes son las mismas que para el uso de hormonas urinarias y dependen del estado de salud de la mujer. “La respuesta a la medicación es siempre variable de paciente en paciente, según su edad y otros factores”, advirtió el especialista.
21-09-04