(AUNO*) En un contexto caracterizado por una cosecha record, la extensión de tierra sembrada con soja disminuyó de 14,5 millones de hectáreas a 14,4, un registro que, si bien es leve, resulta importante en relación al crecimiento que evidenciaron otros cultivos.
Desde que el precio internacional de la soja llevó a muchos productores a sembrarla, desde sectores ambientalistas se condenó que se decidiera su avance sobre otro tipo de semillas, y se advirtió que se corría el riesgo de una “sojadependencia”, en desmedro de la necesaria rotación de cultivos, que no ahora las condiciones naturales de la tierra.
“Esta disminución de la cobertura se debe a la menor superficie concretada en La Pampa, Córdoba, Chaco y Santiago del Estero, pese al mantenimiento de Buenos Aires y Santa Fe, y al crecimiento de Entre Ríos y de algunas provincias extrapampeanas”, indicó la secretaría en un informe difundido el miércoles.
De todas maneras, pese a la baja del 0,9 por ciento en la superficie sembrada de soja, su cosecha, según la estimación del organismo nacional, generará al finalizar la actual campaña 38 millones de toneladas, lo que representa un 20,3 por ciento más, en relación a 2003-04, motivado por la obtención de mejores rindes.
“En los cultivos oleaginosos, la estimación de la superficie agrícola de esta campaña marca una similar área cubierta, determinada principalmente por la menor área de soja, que es compensada por los incrementos en girasol (4,9 por ciento), lino (27,6 por ciento) y maní (24,7 por ciento)”, explicó el organismo.
Además, entre los cereales, se niveló la balanza a partir de una producción esperada en récord de maíz, con 19,5 millones de toneladas en 3,4 millones de hectáreas y un incremento en el otro clásico nacional, implantado en 6,2 millones de hectáreas con 16 millones de toneladas.
De confirmarse esta estimación realizada por el organismo cuando está a punto de finalizar la actual campaña, la incidencia de la soja, como la principal oleaginosa representa 14,4 millones de hectáreas, frente a 8,1 millones de toda la cosecha fina junta (trigo, cebada cervecera, avena, cebada forrajera, centeno y alpiste) y los 4,2 millones de la gruesa (maíz, arroz, mijo y sorgo granífero).
AUNO
El campo, menos dependiente de la soja
Luego de meses de polémica sobre la incidencia de la extensión del cultivo de soja en todo el país en relación a sus potenciales “competidores”, con el supuesto perjuicio para la tierra, la Secretaría de Agricultura de la Nación destacó que en la actual campaña agrícola (2004-2005) disminuyó en todo el país la cantidad de hectáreas sembradas con esa oleaginosa. Todo en el marco de una cosecha récord estimada en 83,5 millones de toneladas.
Por Martín Glade