(AUNO) De acuerdo por lo destacado por la firma, a partir de este desarrollo la Argentina se ubica “en el selecto grupo de solo seis países del mundo que disponen de la tecnología para obtener bovinos clonados y transgénicos, y como el primero que logra la producción de hormona de crecimiento humana en dichos animales”.
El primer paso hacia la obtención de animales transgénicos para su uso en la industria farmacéutica fue el nacimiento de “Pampa”, en Agosto de 2002, una ternera de Raza Jersey y primer clon bovino nacido en América latina.
A partir de una célula adulta, los científicos obtuvieron otro anumal con idéntica información genética, lo que le permitió al laboratorio introducir genes de interés farmacéutico para producir clones bovinos transgénicos.
Luego, en septiembre de 2003, nació “Pampa Mansa”, una vaca también de Raza Jersey que porta el gen de la Hormona de Crecimiento Humana. La construcción genética que se ha introducido en todas las células de este clon bovino posee elementos que permiten que este gen sea solamente “encendido” en la glándula mamaria del animal.
De esta manera, Pampa Mansa produce grandes cantidades de Hormona de Crecimiento Humana en su leche de altísima calidad farmacéutica.
“Una vez afianzado este importante paso tecnológico, los esfuerzos se dirigieron a la creación de un Tambo Farmacéutico destinado a producir Hormona de Crecimiento a una escala productiva orientada a suplir las demandas de una vasta población mundial”, destacó la firma.
Con este objetivo, el laboratorio se propuso, dada la buena productividad de Pampa Mansa, obtener clones de la misma, para lo que se partieron células de la oreja y se implementó la misma metodología utilizada para obtener a “Pampa”.
En Enero de 2004 nacieron dos clones del clon transgénico, Pampa Mansa II y Pampa Mansa III, “réplicas absolutas del clon original y comienzo de la etapa de expansión del rodeo”.
Bio Sidus resaltó que “los trabajos continuaban y en el mes de Diciembre de 2004 nació Pampero, el ternero Fundador del Tambo Farmacéutico de Bio Sidus, que fue obtenido utilizando técnicas de superovulación e inseminación artificial.
“A partir de éste, y por métodos clásicos de fertilización, se generarán, con una alta eficiencia, nuevos animales transgénicos. Su esperma constituye la fuente para la producción de nuevos animales de estas características por muchos años, asegurando la continuidad del sistema productivo”.
AUNO
Los antecedentes de un proyecto que colocó al país en la elite científica mundial
La concreción de un tambo transgénico, que permitió el desarrollo en animales genéticamente modificados de la hormona del crecimiento humana, se logró tras la implementación de un programa que nació hace ocho años.
Por M.G.