“Creemos que hay que defender a los pueblos golpeados, esa voz chiquita que desde hace años está desarmada. Por eso usamos la tecnología moderna para mostrar una visión justa de la concepción de las comunidades acerca de la tierra.” Así define el periodista Sebastián Ochoa a su documental “Ruka: Casa”, que relata un aspecto de la recuperación de 535 hectáreas en Santa Rosa de Leleque, Chubut, por parte de la comunidad mapuche de esa provincia.
El cortometraje, que en poco menos de 20 minutos testimonia la lucha de ese pueblo originario por mantener las tierras que el Estado argentino les había expropiado a principios de siglo y que luego fueron vendidas al grupo Benetton, fue realizado por Sebastián y el cineasta Hernán Pulido, ambos de Burzaco.
A partir del significado religioso que la comunidad le da a la tierra, “Ruka” resume el sentido de la resistencia de los pueblos originarios. “Las montañas de Leleque, el río Chubut, el viento perpetuo de este rincón del Wallmapu, territorio ancestral mapuche, son testigos de nuestro regreso a esta pequeña porción de la Mapu (tierra) jamás renunciada, siempre recordada”, declara la comunidad mapuche a través de una proclama que puede leerse íntegramente en el sitio web www.santarosarecuperada.com.ar.
En diálogo con Auno, Ochoa explicó que otra parte del fundamento por el cual él y su colega elaboraron el corto documental tuvo que ver con la intención de “revivir la tecnología moderna y usarla para algo distinto; es necesario que los que estamos bien apoyemos y demos a conocer la lucha de los pueblos originarios, aunque sea con las tecnologías modernas”.
En abril de este año, ambos se acercaron hasta Santa Rosa de Leleque, una estancia de 180 mil hectáreas del departamento Cushamén, Chubut, para documentar la historia de la reconstrucción de la comunidad mapuche que el 14 de febrero recuperó su condición de “legítima propietaria” de esas tierras donde vivieron sus ancestros desde hace siglos.
Se trata de un grupo de representantes entre los cuales está Atilio Curiñanco, quien con su compañera Rosa Neuelquir fuera expulsado de ese territorio por la multinacional italiana, y que desde entonces mantiene una disputa que llegó hasta los estrados nacionales (que, desde ya, fallaron a favor de la empresa).
“Cuando decimos que la mapu está presa es porque está llena de alambrados. Y no sólo la mapu, sino los recursos naturales que ella dejó a nuestros antepasados y a nosotros para que las podamos disfrutar libremente”, explica Curiñanco en el video.
“Ruka: Casa” se detiene en un segmento de esa resistencia que llevan a cabo unos 50 mapuches, que pelean por ese pequeño espacio, que no llega a ser ni un 1 por ciento de las 965 mil hectáreas que Benetton tienen en el sur argentino.
La lucha no es fácil: “Tienen que soportar medidas inhumanas, como la prohibición de construir casas en el predio y hacer fuego hasta que se solucione el litigio. Cuando estuvimos ahí, el paisaje era verde. Pero ahora es todo blanco, con temperaturas a veces menores de los 15 grados bajo cero”, contó Ochoa.
Los medios de comunicación de mayor consumo dieron cuenta de la recuperación de las tierras a los pocos días de que ocurrió. Pero luego no lo retomaron. “Lo que pasa es que se trata de un hecho que no aparece en medios porque va en contra de todos sus negocios —sostuvo Sebastián—. Claro, tampoco lo cuentan porque a nadie le importa, es una realidad ajena, como si no existiera”.
Por este motivo, Ochoa y Pullido van adonde los inviten para proyectar el corto y, posteriormente, realizar un debate con el público acerca de la lucha de esa comunidad indígena. “Así seamos cuatro personas las que nos juntemos a hablar, vamos”, concluyó Sebastián.
El documental puede verse en http://video.google.com/videoplay?docid=-5284715123902415363&q=ruka
LP-AFD
AUNO-01-08-07
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