Lomas de Zamora, abril 30 (AUNO).- Hace 33 años, un grupo de mujeres que marchaba cada jueves alrededor de la Pirámide de Mayo y reclamaba por la aparición de sus hijos secuestrados por la dictadura militar, decidieron unir fuerzas y crear un movimiento de resistencia no violenta que trascendió esa historia: las Madres de Plaza de Mayo.
Esta asociación de derechos humanos tenía y tiene aún hoy la finalidad de esclarecer los motivos por los cuales sus hijos fueron desaparecidos y enjuiciar y castigar a los responsables de los secuestros y torturas.
La propuesta había surgido de una de ellas, Azucena Villaflor, que había sido secuestrada en 1977, y cuyos restos fueron identificados en agosto de 2005, cremados y luego depositados en diciembre del mismo año en Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno.
Unos meses después de aquellas primeras reuniones en la Iglesia Santa Cruz y de la creación de Madres como entidad, cuatro madres de Lomas de Zamora y Temperley decidieron emprender la búsqueda de sus hijos, familiares y allegados desaparecidos del distrito.
De esta manera, sumaron la participación de 28 madres de jóvenes desaparecidos y fundaron “Madres de Plaza de Mayo de Lomas de Zamora” que, de todo el Conurbano bonaerense, fueron “las únicas” que lucharon por fuera de la estructura central, según explicó a AUNO Nadia Vicentini de Ricny, mamá y suegra de los desaparecidos Guillermo Ricny y Graciela Nogueira.
Las madres de la sede lomense, que en un principio se reunían en una sociedad de fomento de Temperley y en luego una pequeña iglesia metodista de esa misma localidad, acudían todas las semanas a las embajadas de Italia y Alemania, entre otras, en busca de información sobre los posibles paraderos de sus hijos.
“Al principio creíamos que los íbamos a encontrar, yo iba a la Embajada de Italia pero nunca me querían dar información. Un día me dijeron que para ellos ‘lo importante son los negocios y no los derechos humanos’. En ese momento me di media vuelta y no volví más”, se lamentó Nadia.
Según los registros, 89 fueron los jóvenes desaparecidos que denunciaron las madres nucleadas en el distrito. Sin embargo, Vicentini aclaró que “en realidad fueron muchísimos más. Lo que ocurre es que nunca se dieron a conocer”.
Al día de hoy, solamente tres de las madres que comenzaron su lucha en el año 1977 permanecen al frente de la asociación lomense. Todos los domingos acuden a su stand en la Plaza Grigera, frente a la Municipalidad, y reciben consultas. “Viene gente a preguntar, porque tienen dudas sobre si son hijos de desaparecidos y nosotras los derivamos a Abuelas” de Plaza de Mayo, comentó Nadia.
En la actualidad, son 101 los hijos de desaparecidos que se recuperaron luego de que sus padres fueran sido secuestrados en la última dictadura militar. Aunque ninguno de ellos pertenece a los desaparecidos de las dos localidades del sur, la búsqueda sigue en pie: “La lucha es larga y es mucha”, concluyó.
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AUNO-30-04-10