Lomas de Zamora, mayo 20 (AUNO).- Con el fin de avanzar en la limpieza del Riachuelo, se implementó un sistema de limpieza basado en la fito-remediación, “una técnica que permite la remediación y mitigación de la contaminación tanto en ambientes acuáticos como terrestres a través del uso de especies vegetales nativas”.
Según se informó desde la Universidad de Flores, que es la responsable de llevar a cabo el proyecto, a través de la Facultad de Ingeniería y el Laboratorio Bio-Ambiental de Diseño-Arquitectura, tras firmar un convenio con la Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de la Ciudad para desarrollarlo en conjunto, comentaron que para su implementación “se ha desarrollado una técnica de plantación y multiplicación de especies seleccionadas denominada biorrollos”.
El trabajo, según se explicó desde la casa de altos estudios a través de un comunicado, consiste “en la construcción y desarrollo de soportes y estructuras para alojar las especies vegetales. Se utilizan rollos de aproximadamente un metro de largo por veinte centímetros de diámetro, materializados por medio de textiles de trama abierta degradables y se rellenan con materiales vegetales de poda”.
Al respecto, se indicó que en los biorrollos “se plantan y alojan las especies seleccionadas que una vez que enraízan dentro de los rollos, son llevados al territorio para ser fijados en la costa. De este modo se garantiza que las plantas colocadas en los bordes de la ribera prosperen, se fijen y enraícen de manera segura”.
Para elaborar los biorollos que se cultivan y desarrollan en los laboratorios de la Facultas, se utilizaron especies que fueron seleccionadas para este proyecto –como la Sagittaria montevidensis (Saeta), Schoenoplectus californicus (Junco) y Echinodorus grandiflorus (Cucharero), entre otras- con el fin de disminuir la contaminación en este curso de agua.
Las primeras acciones del Plan se realizan sobre un escenario piloto de 100 metros de la costa afectada de la cuenca. A la vez que se plantea trazar un sendero auto-guiado con señalética diseñada especialmente para esta propuesta “que permita la explicación y el entendimiento de las técnicas desarrolladas, la valoración del ambiente ribereño y la concientización ambiental”.
En tanto, el director del proyecto, Sebastián Miguel, sostuvo que algunos estudios que acompañan el proyecto han determinado “la presencia de macrófitas tolerantes a los elevados niveles de metales pesados presentes en las riberas de la Cuenca Baja, siendo además acumuladoras de cobre, zinc, cromo y plomo”.
Por otra parte, comentaron que para implementar el proyecto, durante febrero y marzo se realizó la navegación y relevamiento de algunas zonas con el objetivo de determinar los posibles sitios de intervención.
La cuenca del río Matanza-Riachuelo, que separa la ciudad de Buenos Aires de la provincia, es uno de los diez lugares más contaminados del mundo, con contaminación de aguas y de gases tóxicos que afectan directamente a 20.000 personas que viven cerca del río.
AUNO-20-05-15-CAS