Una red de entidades intenta comprar tierras para salvarlas del desmonte

Un grupo de entidades intermedias lanzó una campaña para intentar salvar la reserva natural General Pizarro, en la provincia de Salta, que corre el riesgo de ser desmontada si prospera un emprendimiento privado en terrenos que pertenecían al gobierno provincial.

La lucha lanzada en los órdenes nacional e internacional para preservar esos territorios es encabezada por la Red Solidaria, la Fundación Vida Silvestre y la entidad ambientalista Greenpeace, por intermedio de una campaña de recaudación de fondos que permita comprar las tierras de esa reserva.
De la campaña también forma parte la Administración de Parques Nacionales, que apoyó la iniciativa de recomprar esas tierras para afectarla al sistema nacional de áreas protegidas.
La Reserva de Pizarro ocupa unas 25 mil hectáreas, está ubicada en el departamento salteño de Anta, fue creada a fines de 1995 y desafectada y rematada, en 2004 por el Gobierno provincial, “que promueve la explotación agropecuaria de las tierras con el argumento de que se encuentran degradadas”. Según las entidades, en la zona se conservan sectores de transición entre la selva pedemontana de las Yungas y del Chaco Semiárido, “dos de los ecosistemas más amenazados de la Argentina por la expansión de la frontera agropecuaria”.
“Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que esta iniciativa siga adelante. Lo mejor de nuestro país no tiene precio. Es fundamental diseñar un plan de ordenamiento territorial para hacer un uso racional de nuestro territorio y de nuestros recursos”, señaló el director General de la Fundación Vida Silvestre Argentina, Javier Corcuera.
De acuerdo a lo anunciado por las entidades, los fondos serán recaudados en la cuenta número 165-00360859/1 del Banco Río, a nombre de un cacique de la comunidad wichí que habita la zona. Según está previsto, luego efectuará una donación de esos fondos a Parques Nacionales, para que los destine a la compra de las tierras.
La iniciativa apunta a recaudar unos siete millones de pesos, que serían necesarios para la compra de las tierras en las que fue loteada la Reserva Provincial, en la que, según las entidades, además de una comunidad Wichi, viven también otras familias.
Juan Carr, titular de la Red Solidaria, resaltó que “llegó la hora de la solidaridad con nuestros recursos naturales, esta Reserva es la casa de una comunidad de hermanos Wichi y es nuestro deber moral permitir que ellos se puedan desarrollar en ese espacio, mejorando su calidad de vida sin perder su identidad cultural”.
Por su parte, Corcuera, destacó que “las áreas protegidas son parte de la patria y no pueden estar en venta a ningún privado”. Además, consideró que “hay sitios donde el agro y el manejo forestal se pueden armonizar inteligentemente, no se trata de enfrentar el progreso. Hasta se pueden explotar en forma correcta las áreas protegidas de Usos Múltiples como planteamos para Pizarro generando empleo y producción sin destruir el nuestro bosque nativo”.
Además, el director de Campañas de Greenpeace, Emiliano Escurra, explicó que se está pidiendo “la solidaridad de ciudadanos, empresas y del Estado. Cada peso donando es un mensaje al gobierno nacional de que los Argentinos queremos salvar ese lugar y por eso estamos dispuestos a comprarnos una reserva nacional para nosotros”.
“No buscamos que ningún empresario ni la provincia pierdan plata, solo queremos salvar la Reserva y financiar proyectos productivos dentro de ella con la gente que la habita. Todo esto es una cuestión de voluntad política, si el gobierno nacional y el provincial se ponen de acuerdo la reserva se salva, depende de ellos y el tiempo se agota”, agregó Escurra.
AUNO MAR

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