Una mirada sobre la historia reciente

El papel de las organizaciones que defienden los derechos humanos, su incansable búsqueda por verdad y justicia, y las deudas que el Estado mantiene en esta materia fueron analizados en un seminario organizado por la Universidad de San Martín.

Por Ricardo Caiguara

(AUNO-Tercer Sector*) “Las secuestraron, las torturaron, las asesinaron y las tiraron al mar estando vivas desde aviones… y el mar las devolvió. Esos cuerpitos son el nuevo testimonio para corroborar los vuelos de la muerte”. Fue la frase que utilizó Nora Cortiñas, en el momento más impactante que tuvo el seminario sobre Movimientos Sociales, Derechos Humanos y Políticas Públicas cuando se refería a la aparición de los restos de Azucena Villaflor, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino, tres de las fundadoras del movimiento Madres de Plaza de Mayo. Durante el encuentro organizado por la Universidad Nacional de San Martín las organizaciones sociales demostraron su protagonismo en la historia reciente y a la vez señalaron las deudas pendientes que tiene el Estado en materia de política sobre derechos humanos a nivel regional.
Trazando un recorrido lineal sobre los primeros pasos que dio como madre de un desaparecido, Nora Cortiñas recordó que “cuando comenzaron a llevarse a nuestros hijos, fue un hecho visceral, sin connotación social y política”. El relato tuvo un destacado paréntesis, sin duda el momento de mayor emoción, cuando la titular de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora describió cómo se infiltró el represor Alfredo Astiz en la agrupación. “ Astiz cumplía el rol de un hermano de desaparecido y se fue metiendo entre nosotras, viendo cómo desarrollábamos nuestra lucha. Se fue ganando nuestra confianza”, y la indignación crecía a medida que avanzaba el relato. “Le decíamos que no venga a la plaza porque era joven y lo iban a secuestrar, y él igual venía”.
La insistencia de las madres que buscaban a sus hijos no era la mejor propaganda que la dictadura necesitaba. “Armaron el secuestro en la iglesia de Santa Cruz con el objetivo de destruirnos”, siguió Cortiñas mientras recordaba que ese día se estaba juntando dinero y firmas para hacer una solicitada denunciando la desaparición de los familiares. “Entró Astiz a la iglesia y, con un billete de un peso en la mano, nos decía “#732;yo no voy a poder poner mucho, esto es lo único que tengo”#8482;. Así, mientras una patota miraba de la ventana de la iglesia, él fue marcando uno por uno a los que se tenían que llevar”. Cuando terminó la reunión en la iglesia, la madres salieron a la calle, donde se llevaron , con la excusa de tratarse de “un operativo de drogas”, a las personas que había señalado Astiz.
Sin embargo, los militares no pudieron destruir el movimiento. El mes pasado, Las Madres recibieron la noticia de la identificación de los restos de tres de sus primeras integrantes, secuestradas y asesinadas por la dictadura: Azucena Villaflor de De Vincenti, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga.. “Volvieron como si hubieran querido dar cuenta, una vez más, de esa tenacidad que las caracterizó en vida”, pronunció Nora Cortiñas, provocando un aplauso que tardó en terminar.
Para las Madres no se trata sólo de pedir verdad, justicia y memoria. No es sólo saber qué pasó con cada uno de los desaparecidos. “Aprendimos el por qué de lo que les sucedió: porque eran militantes políticos. Y también aprendimos el para qué: para implementar el sistema económico neoliberal de hambre para nuestros pueblos: El plan Cóndor”. Finalmente, Nora Cortiñas expresó que “no queremos la militarización de nuestra América para avasallar nuestros derechos y nuestras soberanías, por eso estamos en las calles todos los días. Seguiremos adelante”.
Para Estela Carlotto, otra de las integrantes del panel, aunque la lucha las identifica, algo las caracteriza. “Nosotras nos diferenciamos de las Madres, porque buscamos, además de los hijos, los nietos”. También contó el origen de su agrupación: “nos reuníamos en confiterías simulando un festejo, llevando regalos que no eran regalos, nos sonreíamos cuando venía el mozo, porque no sabíamos si era otro Astiz”. Esos códigos eran necesarios porque se sentían vigiladas. “En realidad los regalos eran papeles para hacer solicitadas y cartas. Ese era el trabajo clandestino que aprendimos a hacer nosotros para hacer las denuncias”.
Todo el trabajo que realizan las Abuelas de Plaza de Mayo, aún mantiene la ilusión del abrazo. “Participamos en toda la defensa de los derechos humanos, mientras nos den las piernas vamos a seguir, el corazón lo tenemos caliente, el alma en paz, sin rencor, sino con mucho amor”.
Las cuentas secretas de Pinochet, los negociados del hijo de Massera y el caso de la nieta del escritor Juan Gelman en Uruguay reavivaron el debate sobre el Plan Cóndor y la necesidad de una política conjunta entre los países. Fue el turno del secretario de Educación y Cultura de Uruguay, Felipe Michelini, quien remarcó que “hay que adecuar la legislación nacional normativa a aquellos estándares mínimos internacionales. Todavía no ha habido una comisión regional que analice e investigue y diga la verdad sobre el Plan Cóndor, todavía seguimos con las comisiones o iniciativas que cuando llegan a fronteras, paran”, se lamentó.
La denuncia de robo de vientres en plena dictadura también fue un punto de análisis de la charla que tuvo como protagonista a Monique Altschul. La titular de la Fundación Mujeres en Igualdad reclamó al Estado argentino la creación de un Protocolo que “permita preservar contra la trata de las mujeres secuestradas, vendidas y revendidas. Sin el protocolo facultativo no tenemos forma de defender nuestros derechos ante las Naciones Unidas”, apuntó. También se refirió a la despenalización del aborto y remarcó que se trata de un tema de interpretación. “Despenalizar el aborto no significa que hay que obligar a la gente a abortar. Hay que proteger a la embarazada, y con eso al ser que va a llegar”.
El seminario fue organizado por el Centro para la Educación y Promoción en Derechos Humanos de la Universidad Nacional de San Martín en interacción con otros sectores de la universidad y Organismos Gubernamentales, ONGs y Organismos de Defensa de los Derechos Humanos.

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