Una goleada que invita a creer

Con una actuación que combinó contundencia, efectividad y buen juego, el Granate derrotó 4-0 a Tigre en la “Fortaleza”, y todavía sueña con acercarse al lote de los protagonistas del Torneo Apertura. Eduardo Salvio y Marcos Aguirre marcaron en la primera parte, en tanto que Sebastián Blanco y Santiago Biglieri aumentaron la cuenta en el complemento.

Matías Quercia

Lanús comenzó adelantado en la cancha con las combinaciones entre Eduardo Ledesma y Marcos Aguirre, sumadas a las proyecciones por el lateral izquierdo que realizaba Hernán Grana. Por ese sector, llegaron las más claras situaciones del equipo local en el inicio del encuentro.

El elenco de Luis Zubeldía mostró un planteo basado en el juego asociado, que tuvo en Sebastián Blanco y Eduardo Salvio a sus principales estandartes. De esta forma, arrinconó a Tigre contra su arco.

Pero el desarrollo se hizo friccionado en la mitad del campo. Y los de Victoria, sólo se aproximaron a través del mediocampista Martín Morel, que llevó peligro sobre la valla que defendía Agustín Marchesín al ejecutar algunos tiros libres.

Era un monólogo de Lanús, y a los 17 minutos, Blanco, con una corrida por la banda izquierda, aprovechó las ventajas que daba la defensa del “Matador”, y habilitó con un centro a Eduardo Salvio, que apareció por detrás y abrió el marcador.

Inmediatamente después de la ventaja, un mal despeje en la defensa de Tigre le dejó el balón a Aguirre. El volante gambeteó al arquero Daniel Islas y convirtió el segundo.

La respuesta del equipo visitante llegó a quince minutos del final del primer tiempo, cuando Matías Giménez tomó un rebote y remató desde fuera del área un pelotazo que se estrelló en el palo, fue la más clara del elenco dirigido por Diego Cagna.

Lanús se fue al descanso con un resultado que logró porque fue inteligente: hizo circular la pelota y evitó desgastarse ante el intenso calor que imperaba en la “Fortaleza” de Guidi y Arias.

En el complemento, los dirigidos de Zubeldía se pararon en el campo rival con clara intención de jugar de contragolpe, para aprovechar así el jugador de más que tenía, como consecuencia de la expulsión del defensor de Tigre Juan Pablo Garat, que tuvo lugar sobre el final del primer periodo.

Las corridas de Salvio por el sector derecho fueron una preocupación constante para la defensa visitante. Tigre insinuó acercarse con las combinaciones que trataron de hilvanar Giménez y Carlos Luna, pero eso no alcanzó para inquietar.

Lanús movió la pelota a lo largo del campo para jugar con la desesperación del rival. Un nuevo error en la salida de Tigre permitió a Cristian Menéndez quitar un balón y pasársela a Blanco, que remató y estableció el 3-0.

Tigre continuó su camino a puro centro. Tras un corner, el árbitro, Carlos Maglio, vio un agarrón de Santiago Hoyos a Leandro Lazzaro en el área y cobró penal. Marchesín se lució ante el remate que ejecutó el propio delantero y lo desvió para mantener el cero en su arco.

El ingreso de Agustín Pelletieri buscó darle aire al equipo en la mitad de cancha; mientras que Santiago Salcedo y Santiago Biglieri refrescaron el ataque en la búsqueda de una contra que definiera el encuentro.

Las desconcentraciones en la defensa del visitante se repitieron y Lanús aprovechó una oportunidad más. Luego de un remate de Salcedo desde fuera del área, Biglieri tomó un rebote y señaló el cuarto.

El resto estuvo de más. Lanús cerró una goleada que le permite seguir sumando en el Apertura y acercarse al lote de equipos que pelea por la punta del campeonato. El ganador jugó el mejor partido del certamen y ahora aguarda por River, a quien visitará en el “Monumental”, en la próxima fecha.

29-10-09
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