Una cita con Benedicto XVI

El obispo lomense Jorge Lugones visitó al Papa, junto con otros doce religiosos argentinos. Se trató de una reunión en que las iglesias locales llevaron sus planteos a la máxima autoridad: “Necesitamos de una Iglesia que sea abierta, y que tenga creatividad para el mensaje evangélico”, fue el mensaje del titular de la diócesis local.

El obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, fue recibido hoy por el papa Benedicto XVI en el marco de una visita “ad límina” en la que un grupo de prelados argentinos informaron sobre la situación de sus diócesis y tras la cual plantearán sus pedidos a la Santa Sede. “Necesitamos de una Iglesia que sea abierta, y que tenga creatividad para el mensaje evangélico”, fue uno de los planteos que el religioso local llevó a Roma.

La audiencia, que duró 15 minutos y de la que participaron trece religiosos —entre ellos el polémico obispo castrense Antonio Baseotto, que aconsejó atar una piedra en el cuello del ex ministro de Salud Ginés González García y arrojarlo al mar por haber repartido preservativos—, fue parte de una serie de encuentros entre el Papa y las autoridades de las diócesis argentinas que se extenderán hasta el 30 de este mes.

Si bien no trascendieron los temas que se trataron durante el encuentro, Lugones había anticipado que uno de las evaluaciones que le acercaría a Benedicto XVI sería la de la necesidad de una “Iglesia diocesana abierta y que tenga creatividad para el mensaje evangélico”, según una entrevista publicada en el periódico Eclesia en la que había anticipado los temas que abordaría en su visita al Vaticano.

En el mismo artículo, Lugones había considerado que “hay instituciones, incluso dentro de la Iglesia, que no se han adaptado en el tiempo ni a los lugares ni a las personas”, y que eso “es un paso que hay que dar desde la catequesis, donde la responsabilidad también es del obispo, desde ya”

“Hay una realidad muy crítica en el conurbano desde el tema poblacional y habitacional”, destacó Lugones, una cuestión a la que sumó su visión del país: “Reclamar sin respetar los derechos del otro genera un clima de crispación. Eso es algo que debemos cuidar como sociedad”, advirtió.

La visita “ad límina” es un encuentro general que los obispos realizan de manera grupal cada cinco años, y que continúa con reuniones individuales con miembros de los dicasterios, que son agencias del gobierno de la Iglesia, donde cada autoridad diocesana plantea las inquietudes y pedidos.

Finalmente, el Pontífice recibirá colectivamente al conjunto de los obispos argentino con el objetivo de exponer los tópicos de relevancia pastoral para la vida de la Iglesia Argentina.

Además de Lugones, algunos de los otros obispos que participaron fueron Gustavo Arturo Help, de Venado Tuerto; Carlos María Franzini, de Rafaela; Aurelio José Kühn, de Dean Funes; Jorge Luis Lona, de San Luis ; Baldomero Carlos Martini, de San Justo ; y Carlos Humberto Malfa, de Chascomús, según precisó la agencia AICA.

El sumo Pontífice también se reunió con monseñor Miguel Mykycej, obispo de Santa María del Patrocinio en Buenos Aires de los Ucranios, acompañado por el obispo auxiliar Sviatolav Shevchuk, y al obispo emérito castrense, Antonio Juan Baseotto.

RM-AFD
AUNO-24-04-09
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