Un año para el olvido

Banfield redondeó uno de los peores años desde su regreso a Primera División. No sólo por el paupérrimo andar del equipo de fútbol, sino por la polémica que se desató antes, durante y después de unas elecciones que terminaron siendo intervenidas por la justicia.

Lomas de Zamora, diciembre 24 (AUNO).- Llegado el fin de año siempre es tiempo de hacer una revisión. Y en Banfield el recuento de acciones es negativo. Así lo evidencian la floja actualidad futbolística, coronada con el último puesto y la peor campaña desde el retorno a Primera en 2001, y las interminables pujas políticas luego de una elecciones polémicas, con denuncias cruzadas, irregularidas y la intervención de la justicia, que todavía no determinó si las elecciones son válidas o no. Así, se cierra un 2011 que comenzó mal desde la pretemporada, anunciando que serían doce meses duros de afrontar.

El 23 de diciembre de 2010, Banfield presentó a Sebastián Méndez como nuevo entrenador tras la salida de Julio Falcioni, que rescindió su contrato para mudarse a Boca. La llegada de un director técnico con poca experiencia, pero con mucho ímpetu y juventud le daba un aire de renovación al conjunto del Sur del GBA.

Sin embargo, los problemas llegaron demasiado rápido. En plena pretemporada, Walter Erviti mantuvo una caprichosa disputa con el presidente Carlos Portell y tras una serie de entredichos terminó logrando su cometido: ser transferido a Boca.

Pese a haberse quedado sin los servicios del mediocampista marplatense, cerebro del equipo campeón, Banfield culminó el certamen con 27 puntos. Campaña aceptable teniendo en cuenta que se venía de una cosecha menor en la última etapa de Falcioni al mando del equipo.

Pero el comienzo del Apertura, luego de haber reforzado el plantel a placer, marcaría un quiebre con clara tendencia hacia abajo. Tras cuatro derrotas consecutivas y sin ningún gol convertido el ciclo de Méndez llegó a su fin y el ‘Gallego’ decidió dar un paso al costado.

Su paso, no obstante, dejó hechos positivos para rescatar como la inclusión de varios juveniles en el plantel profesional.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, los dirigentes de Banfield hicieron una apuesta fuerte contratando a Ricardo La Volpe. La llegada del ‘Bigotón’ causó revuelo pero tampoco pudo conocer el triunfo hasta la séptima fecha, dos partidos luego de su arribo, encuentro en el que el ‘Taladro’ convirtió su primer tanto en el torneo.

La Volpe logró cambiarle la cara al equipo, que en varios partidos demostró buen a circulación y armado de juego. Sin embargo, le costó amigarse con el gol y la conjunción de buen juego y resultados positivos se hizo esperar.

Tras una remontada en la que pudo imponer su estilo y conseguir triunfos, el equipo cayó nuevamente y ya no pudo salir del pozo que cada vez se hacía más profundo y parecía no tener fin.

Para sumar a la situación el predio de Banfield en Luís Guillón se convirtió en una enfermería, con muchos jugadores lesionados, sobre todo, en la faz defensiva.

Así, con un equipo diezmado, La Volpe afrontó el último partido, ante Colón de Santa Fe, con mayoría de juveniles, incluso algunos debutaron en aquel encuentro que fue goleada en contra por 4-1.

Allí empezó a gestarse la salida del ‘Bigotón’ que se mostraba confiado de cara al próximo torneo tras una reunión en la que los dirigentes le dieron su apoyo. Respaldo que le quitaron rápidamente ya que lo echaron días después.

Jorge Da Silva acaba de ser oficializado como nuevo entrenador de Banfield. Exactamente un año después de la contratación de Méndez. Tres entrenadores en un año es un número al menos llamativo.

El nuevo cuerpo técnico deberá abrirse paso en un panorama oscuro que encuentra al club cerca de los equipos afectados a la Promoción.

Aquellos de corazón verde y blanco seguramente alzarán su copa deseando un año completamente distinto, vislumbrando un futuro mejor.

En el medio, la política

La floja campaña deportiva se vio acompañada por un clima de revuelo institucional. Se celebraron elecciones en el club, en medio de un clima convulsionado por las denuncias de irregularidades en el padrón electoral que efectuó uno de los candidatos, Eduardo Spinosa.

La agrupación liderada por Spinosa decidió no presentarse, pero los comicios se llevaron a cabo igualmente a pesar de una denuncia judicial. Salió triunfador quien gobierna el club hace trece años, Carlos Portell. Todavía hoy no se puede afirmar que las elecciones hayan sido válidas. Más allá de la orden de retrotraer la situación hasta antes del 2 de octubre, la nueva comisión ya comanda la institución.

Para completar el cuadro de situación de caos, si no se llega a un acuerdo en cuanto a la rescisión de su contrato, el ex entrenador Ricardo La Volpe podría iniciar un juicio.

AUNO 23-12-11
FT-MFV

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