Toma “La Esperanza”: la donación que quedó en stand by

Primero hubo un pedido de desalojo a 360 familias pedida por alguien que no era dueño del predio. Más tarde apareció un “dueño” que prometió donar las tierras. Ahora apareció otro propietario que quiere recuperarlas para su compañía.

Julieta Romero

Lomas de Zamora, marzo 10 (AUNO).- El desalojo que atormentaba al asentamiento La Esperanza, de Alejandro Korn, y que estuvo apunto de efectuarse el 17 del mes pasado se suspendió por 120 días ante la aparición de un dueño que prometió donar las tierras a los vecinos. Sin embargo, la firma en los papeles nunca se rubricó y está en duda su potestad sobre el predio. El miércoles se reunirán las comisiones de tierra de Nación y Provincia con los presuntos propietarios en la Defensoría del Pueblo, mientras los vecinos luchan por la expropiación.

El 17 de febrero por la mañana, el desalojo pautado para ese día se suspendió por la presencia en el lugar de Darwin Armando Torres, autoproclamado dueño del predio en disputa y miembro de la empresa Solares de San Vicente SA, quien les prometió a los vecinos “donar las tierras” y quedó frente a ellos como el héroe de brillante armadura que les posibilitaría conservar sus hogares.

El problema es que hasta ahora ningún papel fue presentado ante un escribano público y el presidente de esa empresa, Oscar Olivero, reclama el terreno para la propiedad de la compañía.

“Esto es peor que una novela. Torres presentó un montón de papeles pero hasta ahora no hay nada, si es el dueño lo tiene que confirmar. Por otro lado, el presidente de Solares de San Vicente quiere que se le devuelvan las tierras a la empresa”, explicó a AUNO Inés Benítez, vecina que colabora con los habitantes de la toma desde el primer día.

La olla se destapó a fines del año pasado cuando José Antonio Molero denunció ante un juzgado penal de La Plata la ocupación de esas familias “en sus tierras”. Tierras que, si bien están en disputa, no le pertenecen y que vendía con “boletos de compra-venta” a otros vecinos, según se comprobó más tarde.

En el predio viven más de 360 familias que, mientras realizan asambleas y marchas, continúan con su vida normal y, en algunos casos, adquieren materiales para cambiar las paredes de lonas de sus casas por paredes de ladrillos. Según Benítez, los vecinos están más “descreídos” con Torres que antes porque en las reuniones dice “cosas muy lindas” pero luego no hace nada, y que la “única certeza” que tienen es la lucha por la expropiación.

La expropiación ya tiene media sanción en la cámara baja provincial y los vecinos esperan que el Senado finalmente la apruebe. La iniciativa consiste en que el Estado adquiera las tierras y se las otorgue a los vecinos, que las abonarían en cuotas y a un precio “razonable”. Los habitantes de La Esperanza creen que como Solares de San Vicente adeuda muchos impuestos la expropiación podría darse. También consideran que el precio será más accesible porque se trata de una zona inundable, aunque esto es un problema ya que desde la Comisión Nacional de Tierras sostienen que no pueden adquirir terrenos que sean “indignos” para la vida, según supo esta agencia.

El miércoles, en la Defensoría del Pueblo, se reunirán las entidades de Tierras de Nación y Provincia con Torres y Olivero para determinar cuál es la situación en que está el lugar. Por su parte, los vecinos marcharán a La Plata cuando sepan que sesionan los senadores para jugarse lo última carta, la expropiación.

JR–AFD
AUNO–10-03-14

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