Los trabajadores de la fábrica Kimberly Clark de la localidad de Bernal, en el partido de Quilmes, realizaron una prueba para demostrar la viabilidad productiva de la planta, a dos meses del cierre que dejó a 209 personas sin trabajo. Los operarios resisten el desalojo, exigen la reapertura y la continuidad laboral.
El delegado de la planta Walter Relañez aseguró en diálogo con AUNO que la prueba productiva fue realizada para “demostrar que las líneas están en condiciones de volver a producir» . En ese sentido, aseguró que “no hay crisis» y que la planta cuenta con «tecnología, con las instalaciones, con importantes inversiones en seguridad, higiene y personal capacitado”.
Actualmente los operarios están realizando una acción solidaria en el distrito, que consiste en entregar donaciones de papel higiénico a comedores, jardines, escuelas y hospitales, los cuales forman parte del plan productivo y hacia donde pueden ir dirigidos los productos”.
Los trabajadores proponen que los productos de higiene personal –como rollos de cocina, papeles higiénicos, servilletas, toallas intercaladas, toallas industriales, pañuelos descartables– puedan ser proveedores de escuelas, jardines de infantes, universidades, dependencias municipales, comedores, tanto a nivel municipal, provincial y nacional”.
El reclamo frente al desalojo
El cierre de la planta en Bernal forma parte de “una reestructuración global, de despedir a 5.500 trabajadores y cerrar 10 plantas a nivel internacional, y la sucursal de Bernal es la séptima”, explicaron los trabajadores.
La empresa frenó la producción el 26 de septiembre, y desde entonces los operarios permanecen en la fábrica en rechazo al cierre, custodiando las máquinas y los insumos, ya que según el delegado, la empresa “decide no producir» y “adeuda quincenas a una parte de los empleados”.
Por el momento, los trabajadores no recibieron respuestas a sus reclamos, y en ese sentido, denuncian “la complicidad de la Secretaría de Trabajo y del gremio papelero, que solamente acompañó el trámite administrativo de crisis”.
Según Relañez, Kimberly utilizó la complicidad del Ministerio y la Secretaría de Trabajo para “extorsionar a los operarios en que se iba a probar el preventivo de crisis para que acepten los retiros voluntarios”.
Los operarios se reunieron con integrantes del próximo gabinete de la Provincia como Augusto Costa y asesores de Mayra Mendoza a nivel municipal, pero «de forma concreta no hubo compromisos algunos”, se informó.
AUNO-30-11-19
LNC-SAM