Por una educación para todos

Un grupo de organizaciones barriales lleva adelante un programa de alfabetización dirigido a jóvenes y adultos analfabetos o que abandonaron sus estudios. El proyecto alcanza a mil quinientos alumnos distribuídos en todo el país

Por Elisabet Contrera

(AUNO-TERCER SECTOR*) “Yo sí puedo….puedo escribirle una carta a mis nietos para decirles cuánto los extraño, puedo hacer un trámite sin depender de nadie, puedo escribirle un mensaje de fin de curso a mi hija, puedo leer los carteles de las calles…”, Cuenta con orgullo Elvira, una de las tantas ex analfabetas que se animó a participar del proyecto de alfabetización denominado “#732;Yo sí puedo”#8482; y que busca erradicar el analfabetismo en Latinoamérica.
La iniciativa surgió de un grupo de movimientos barriales que alarmados por el déficit educativo de la población decidieron apostar al cambio. Para ello implementaron en el país el método de alfabetización creado por el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC) de Cuba para el cual tuvieron que organizarse institucionalmente y dar nacimiento al movimiento Un Mundo Mejor es Posible (UMMEP).

Ayudar a cambiar las cifras dolorosas que muestra la realidad es, para la agrupación, un objetivo prioritario. La prueba de ello son los 240 centros a los que concurren cerca de mil quinientas personas provenientes de las provincias de Buenos Aires, Jujuy, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Río Negro, Neuquén, Córdoba y Mendoza.
Para Ana María Álvarez, coordinadora del proyecto, “lo novedoso es que se puede aprender a leer y escribir en muy poco tiempo” ya que el curso tiene una duración de 3 meses y medio y se dicta de lunes a viernes durante una hora. Después vendrán los seguimientos para “#732;perfeccionar”#8482; el aprendizaje en cuestiones de sintaxis y ortografía.
“Las actividades consisten en clases que se ven a través de videos y que son completadas con prácticas de lecto-escritura”, agrega. El proceso de alfabetización se complementa con diferentes recursos en los que la apelación a la creatividad nunca falta: se escucha música mientras se enseña el abecedario, se relacionan experiencias sensoriales y se reconocen las letras con números.
El proyecto está dirigido a la franja de adolescentes y adultos de 15 años en adelante. “Es muy preocupante la situación de muchos jóvenes que aunque han terminado la primaria olvidaron el alfabeto por falta de uso”, analiza Álvarez. “También están aquellos que tuvieron que abandonar la escuela, que fueron expulsados del sistema, y hoy firman un plan Jefes y Jefas de hogar con una cruz, como también están los que se encuentran impedidos de completar una solicitud de trabajo”.
Las actividades son coordinadas por los facilitadores, que son los encargados de ayudar a los alumnos a vencer sus primeros miedos (como por ejemplo a pasar al pizarrón), a tomar el lápiz y, en el caso de que los problemas superen las ansias de aprender, los voluntarios los pasarán a buscar a sus casas. “No es necesario que el facilitador sea docente “#8220;aclara Álvarez-, puede ser un vecino o un portero, lo importante es que se sienta comprometido con el proyecto”.
El primer día de clase es muy importante, según la voluntaria, porque los participantes aprenden a escribir su nombre y apellido. “Es un gran aporte para la conformación de su identidad”, asegura.
Los alumnos son denominados “#732;participantes”#8482; en reemplazo de iletrado y analfabeto, por considerarlos términos que conllevan una carga peyorativa. “Son dos rótulos terribles con los que tienen que lidiar toda la vida y crean miles de caras para ocultar la vergüenza”, señala.
La problemática está instalada y las estadísticas no reflejan necesariamente las cifras reales, según Álvarez. “En el mundo existen más de 860 millones de analfabetos “#8220;señala-, de los cuales el 98,5 por ciento se concentra en los países del tercer mundo. En América Latina, el 12 por ciento de la población es analfabeta pero se calcula que 42 millones son iletrados y 110 millones son analfabetos funcionales por haber abandonado la educación primaria”.
La tarea alfabetizadora llevada a cabo por el movimiento Un mundo mejor es Posible se multiplicará en 2004 con la apertura de nuevos centros de aprendizaje en las provincias de Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Misiones.

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Como comunicarse:
“Un mundo mejor es posible”. E-mail: ummep@fibertel.com.ar /yosipuedo@fibertel.com.ar

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Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector

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