Pese a la falta de marco regulatorio, surgen en el país plantas de biocombustibles

Aunque el sector energético sigue aguardando la sanción de una ley que regule la generación y uso de biocombustibles, en la ciudad cordobesa de Tancacha se presentó una nueva planta para su fabricación, la primera de la provincia, que permitirá
fabricar 4 mil litros por día.
Por Martín Glade

(AUNO*).— La planta, que será operada por productores y cooperativas de Tancacha, una localidad ubicada a unos 100 kilómetros de la capital provincial, puede procesar hasta un máximo de 4 toneladas de colza por día, de la que surgen 4 mil litros de biodiesel.
Pero además, la planta, que tiene un costo de 300 mil pesos, concede un beneficio adicional, que es que al mismo tiempo permite separar de la semilla su harina y glicerina, con lo que el aprovechamiento es integral.
Además, la planta puede utilizarse con soja, que es un cultivo que no compite en estacionalidad con la colza, y que además puede generar un volumen de hasta 30 toneladas de semilla a procesar.
Según los cálculos de la empresa Imegen, fabricante de la planta, a partir de una hectárea de cultivo pueden surgir unos 500 litros de biocombustible y más de una tonelada de harina. Como el sistema está ideado en base a colza, una oleaginosa de invierno, no compite con la soja.
Además de la planta puesta en marcha en Tancacha, de donde es Imegen, está previsto instalar otras tres, en Santa Fe; Pilar, en Córdoba y la localidad de Jovita. A lo largo del año próximo, aspiran a colocar en el mercado otras seis máquinas similares.
El germen de esta planta de biodiesel surgió años atrás, en una asociación que núcleo a la Federación Agraria, la delegación Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional y el Fondo Tecnológico Argentino, que colaboró con fondos en la etapa inicial.
La inauguración de la planta que permite generar este combustible considerado “limpio” se produjo al mismo tiempo que el Estado Nacional anunciaba un contrato para la provisión anual de 800 millones de litros de gasoil desde Venezuela.
Esta situación generó la crítica del titular de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina. El dirigente evaluó que el costo de esta decisión será muy superior al que desde el Ministerio de Economía se calcula que generarían las exenciones pedidas en el marco de la Ley de Biocombustibles que fue aprobada en el Senado y actualmente permanece trabada en Diputados, por su falta de aprobación en la comisión de Hacienda.
“Si le vamos a dar una exención a la importación, a un costo de 480 millones de pesos por año, ¿por qué no dársela al biodiesel, que será nacional y va a permitir un nuevo desarrollo en la economía?”, protestó Molina, quien calculó que cuando la industria se encuentre bien organizada, en 15 años, los beneficios fiscales por la fabricación de los combustibles “ecológicos” serían de 7 mil millones de pesos.
Entre otros puntos, el proyecto que se encuentra en Diputados prevé conceder incentivos fiscales durante varios años a quienes fabriquen este tipo de combustibles, además de ir avanzando en la obligatoriedad de su uso para cortar los medios fósiles tradicionales.
AUNO

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