Martín Fierro sigue cantando ‘Patria Sí, Colonia No’

Se cumplen el 14 de junio 30 años de la rendición argentina en la batalla por las Islas Malvinas. La licenciada en periodismo de la UNLZ Verónica Randi reflexiona a propósito de ese hecho y para ello lo hace a la luz del _Martín Fierro_.

Lomas de Zamora, jun 12 (AUNO) – Así como antaño los versos del Martín Fierro de nuestro poeta popular José Hernández se templaban al son de una guitarra en las pulperías para ser compartidos entre el gauchaje y poder hacer catarsis de una “pena estraordinaria”, el pueblo argentino tomó la costumbre de ir a La Plaza para desplegar su canto, su propia “pena estraordinaria”.

Porque el pueblo Argentino tiene una “pena estraordinaria” que lleva en su ADN, y un sueño de recuperar parte del territorio que fuera robado por los piratas del mundo en 1833. En La Plaza, la Nacionalidad recurre al canto como su forma más genuina de expresión. Se nace cantando y se muere cantando.

¿Por qué canta el pueblo? ¿O por qué compone versos el pueblo en consignas de pancartas que son cantos individuales? Para recordar, para no olvidar que se tiene esta “pena estraordinaria”, que es la pena del gaucho perseguido, y de los sueños que persigue. Con el canto en la Plaza adquiere una dimensión de su propio existir, que es lo mismo que decir Soberanía.

Es difícil explicar qué es la nacionalidad. Es más fácil empezar por lo que no se es. Por ejemplo, un inglés: “El que no salta es un inglés”, es una demostración de algo que saben los argentinos: no somos ingleses ni lo queremos ser.
José Luis Romero no canta, dice. Y dice y pregunta desde el título “¿Son realmente nuestras las Malvinas?”.

Y esa pregunta tiene un implícito No, como única respuesta. Y no hay ningún canto en ninguna Plaza de toda la República Argentina sobre eso. Porque se canta para “la defensa humilde de una dignidad, y no para costo inhumano del poder” *.
“En 1982 recurrimos al garrotazo. Destruimos lo hecho en muchos años. Creamos odio y temor, perfectamente justificados. Perdimos las Malvinas”, prosigue Romero, recurriendo a una falsedad tras otra.

Nosotros haremos preguntas, como hace el propio Romero. ¿Perdimos las Malvinas? ¿Cuándo? ¿Creamos odio y temor perfectamente justificados? ¿Acaso la historia comienza en 1982? ¿Las Invasiones de 1805 y 1806, acaso, no existieron? ¿Inglaterra no es una nación imperialista, con el correlato de sangre y expoliación que eso conlleva? ¿Los países periféricos no sienten temor de las naciones imperiales, perfectamente justificado? ¿Inglaterra no fue la causante directa o indirecta de golpes de Estado en Argentina como para que los argentinos sientan temor y odio a su vez? ¿Destruimos lo hecho en años? ¿Qué destruimos? ¿Inglaterra pensaba devolvernos las Islas Malvinas? ¿Cuándo?.

¿En alguna ocasión Inglaterra dejó sus planes Imperiales hasta nuevo aviso o se arrepintió por lo actuado en algún territorio fuera del suyo? Y la última y más importante: ¿En 1982 dimos el garrotazo? ¿Quiénes? Y pongo esta pregunta al final porque creo que condensa la verdadera intencionalidad de Romero, ya que opera en contra del pueblo argentino, culpabilizándolo por haber llenado La Plaza del “garrotazo” del 2 de Abril. Y aquí cabe recorrer los cánticos de esos días, que no eran sólo “El que no salta es un Inglés”.

El pueblo argentino, en esos días, cantó: “Galtieri gorilón, esta es la plaza de Perón”, “Galtieri, Galtieri, gorilón, salí de la Rosada que es la casa de Perón, “Patria Sí, colonia No”, “Se va acabar, se va acabar la Dictadura Militar” y un verso esclarecedor: “Las Malvinas son de los trabajadores y no de los torturadores”. Y allí el pueblo, el mismo que se había congregado días antes y había sido salvajemente reprimido, pudo realizar su canto de Soberanía y cantar su “pena estraordinaria”.

“En 1982 hubo quienes reprocharon a los militares el haber ido a la guerra. Pero la mayoría solo les reprochó el haberla perdido”. Quizá lo que no pueda entender Romero es que el pueblo verdaderamente quería recuperar las Islas y dejar de tener un enclave colonial en nuestro territorio. El 14 de junio a la noche centenares de Argentinos se juntaron en la Plaza de Mayo y cantaron a toda voz, como cantor de peña, “Galtieri cagón, salí al balcón”. Fueron duramente reprimidos.

“La ‘hermanita perdida’ está enclavada en el centro mismo del complejo nacionalista”, se burla Romero del mismísimo canto, que no tiene ningún complejo, sólo quiere llenarla de criollos, y no de rubios piratas. Y que, finalmente, vuelva a casa.

  • Frase extraída de la película Hundan al Belgrano.

AUNO 12-06-12
VR-HRC