Marisa Herrera: “A las mujeres nadie nos regaló nada”

La abogada Marisa Herrera expuso sobre La Ley IVE y el Plan de los 1000 días en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ). “La salud es mucho más que la no-enfermedad”, remarcó durante el encuentro virtual.

Por Luciana Psenda

La abogada de la UBA Marisa Herrera realizó un repaso sobre los reclamos y debates político-sociales que enmarcaron la Ley de IVE y el Plan de los 1000 días, y sostuvo que hay «aborto legal porque hubo un montón de otras luchas” en una sociedad “rígidamente jerarquizada”.

En el conversatorio, organizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ, la especialista en Derecho de Familia sostuvo que “ninguna ley se construye en soledad” y explicó que legislaciones como la de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la Ley de IFE, o la Ley Micaela fueron parte de un “gran cambio cultural” coronado por una “ley con peso propio” y de “gran repercusión”: la de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

Recordó también que el camino a la sanción fue «difícil, hubo mucho debate, mucho recorrido”, pero que estuvo sustentado por un movimiento feminista “sumamente robusto y plural” que defendió la visibilidad de las mujeres detrás de su concepción como “personas gestantes”. 

Asimismo, enfatizó el rol del Poder Ejecutivo para su promulgación e implementación, así como también el ingreso de “mujeres verdes” en las listas electorales como dadores de un “apoyo político clave” para “torcer la balanza” en resolución de un “tema de justicia social”: el de “los abortos clandestinos, muertes y el negocio detrás de ellos”. 

Aunque sostuvo que la del aborto “fue una ley difícil de voltear”, la especialista explicó que hubo distintas limitaciones y resistencias a “la autonomía de la voluntad de la mujer” en el plano legislativo y social. 

El panel fue organizado por la Secretaría de Asuntos Estudiantiles de Sociales UNLZ

Herrera ejemplificó como “prácticas sucias” para generar temor y rechazo, la inserción en el debate de la Ley de temáticas como el tráfico de órganos, que hacen que “el aborto suene terrible cuando no lo es”, o la propuesta de creación de un fondo destinado “exclusivamente” al mismo, como “si se pudiera elegir” sobre el destino de los impuestos en base a “ideas personales”. 

La letrada sostuvo que “incluso hoy, a pesar de tener ley, siguen existiendo distintas resistencias en el ámbito legislativo” vinculadas a las causales “salud y violación”, pero que su eje está puesto esencialmente “en la libertad y la autonomía” de la mujer, porque en ella “el Estado te acompaña si querés ser madre, como si no”.

Socialmente, también “hay que entender la Ley”, ya que en ella la que se prioriza es la mujer: “no existe el hombre, el abuelo o la abuela”, sino que “abortar es una decisión libre, un derecho” sobrepuesto a “cualquier otro sujeto que se sienta vulnerado”, defendió Herrera.

En la misma línea, Herrera sostuvo que jurídicamente “la que vale es la persona que firma el aborto” que coincide con “la persona sobre la que se practica”, aunque sea menor de edad, y pese a cualquier intervención del cónyuge.  

La abogada hizo también un repaso formal de los artículos y protocolos de aplicación de la ley y de otras legislaciones que se vinculan con “la decisión de la mujer sobre su cuerpo” para concluir que “la salud es mucho más que la no-enfermedad”, y resaltó la importancia de una “educación cívica integral”, que abarque temáticas como el uso de métodos anticonceptivos.

Herrera concluyó que no solo la Ley de IVE es «la que más calle tiene”, sino que es un ejemplo de que a las mujeres “nadie les regaló nada”, impulsadas por un claro lema sintetizador que guió su “salida de la clandestinidad”: “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.

AUNO-18-7-21
LP-SAM

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