(AUNO*).- Por lo general, se emplea el tejido del intestino para restaurar las frecuentes rupturas de vejiga en los caninos, pero estas cirugías presentan complicaciones postoperatorias. Veterinarios de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) lograron desarrollar una técnica que consiste en transplantar parte del estómago en la vejiga del mismo animal.
Normalmente, para corregir los casos de traumatismos se utilizan “técnicas de sutura de lo que queda de la vejiga, con lo que se transforma en un órgano con muy poco volumen, y eso hace que el animal orine con mucha frecuencia, o bien se adosa al intestino grueso para que le haga de pared”, indicó a AUNO la jefa del proyecto de investigación, Nelsa Widenhorn.
En cambio, la nueva técnica “tiene varias ventajas ya que el estómago es un órgano grande, de donde se puede extraer bastante tejido como para restaurar la vejiga destruida y, a su vez, si se mantiene el pedículo vascular, el trozo autotransplantado actúa como tejido gástrico, con secreción de ácido, y esto haría que las infecciones sean menos frecuentes”, afirmó Widenhorn.
En ese sentido, la especialista explicó que “el PH ácido del trozo de estómago controlaría las futuras infecciones urinarias que sí surgen tras otras técnicas empleadas, por lo que este nuevo procedimiento puede ser muy útil para casos de traumatismos”, puntualizó.
La prueba se realizó en diez caninos, como parte de un trabajo de investigación realizado por veterinarios de la Universidad del Litoral. En tres de esos casos la intervención fue efectuada como tratamiento.
Esta técnica surge de una investigación llevada a cabo no por un veterinario sino por un médico urólogo. “Todo comenzó a partir de un trabajo que estaba realizando un urólogo pediatra, en Santa Fe, para las incontinencias urinarias. Luego, lo tomamos como ejemplo para trasladarlo al perro, ya que tenemos frecuentes accidentes en que se produce la rotura de la vejiga, muchas veces hay demora para consultar y cuando llegan a la consulta ya hay necrosis de la pared de la misma, con pocas posibilidades de que la cirugía restauradora arroje resultados positivos”, aseguró la encargada de la investigación.
El método surgió imprevistamente, luego de que en una cirugía aparecieran problemas no esperados. “Primero comenzamos manteniendo el pedículo vascular con éxito, pero, en una oportunidad, accidentalmente, éste se rompió y tomé la decisión de continuar la operación autotransplantado el trozo de estómago sin vascularidad. El resultado fue excelente, por lo que decidimos continuar así”, afirmó Widenhorn .
La experiencia no sólo puede aplicarse en perros: también se podrá practicar en otros animales, sobre todo en gatos y conejos. “En los felinos es común el Síndrome Urológico, y para curarlo debe tratarse la vejiga, que es realmente donde está el problema, y no en la uretra. En general se trata de hacer uretrostomía, pero esa técnica no resuelve el síndrome”, aclaró Widenhorn.
Este autotransplante puede además usarse en otros tipos de casos como en los de “pólipos y en aquellos en que la vejiga pierde su volumen y obliga al animal a orinar repetidas veces, ya que su capacidad es muy pequeña”, manifestó la médica veterinaria.
Esta técnica fue creada por veterinarios argentinos, pero luego colegas de otros países como Brasil, Perú y Chile “me escribieron para interiorizarse sobre esta cirugía, que no se estaba realizando en aquellos países antes de que presentáramos el trabajo de investigación a la Universidad del Litoral”, sostuvo Widenhorn.
AUNO 22-11-04
: uno macho de 13 años y otro hembra. Ambos sufrieron una ruptura traumática de vejiga, producto de un accidente. A los “pacientes” se les practicó la novedosa técnica que según los investigadores que realizaron la experiencia “resulta muy útil para casos de traumatismos”.