Leve condena por un crimen en una comisaría

El caso ocurrió en Fiorito. Los dos policías habían golpeado a un hombre que a los 24 días murió a causa de la golpiza. La Justicia interpretó que no hubo intención de matar y les dio 4 años de prisión. La familia repudió el fallo inapelable. Realizarán una marcha a Plaza de Mayo junto con la Correpi para denunciar este caso que forma parte de las 847 muertes a manos de las fuerzas de seguridad durante los últimos cuatro años.

Dos policías de la comisaría quinta de Lomas de Zamora fueron condenados a la pena de cuatro años de prisión efectiva por ser los responsables de la muerte de Jorge “Chaco” González, hombre de 31 años que había sido detenido y golpeado en la seccional de Fiorito. El caso abrió controversias entre la querella y la fiscalía por la diferencia de criterios en la acusación: la primera pidió prisión perpetua por tortura y muerte, la segunda por muerte accidental; los jueces se inclinaron por ésta.

El caso fue llevado a juicio oral y público en el Tribunal Oral n°7 de Lomas de Zamora, cuya condena se conoció el miércoles como “homicidio preterintencional y vejaciones”, según lo confirmó a AUNO la abogada de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) María del Carmen Verdú.

Los condenados fueron el ex jefe de calle de la comisaría de Fiorito, Isidro Segundo Concha, y el sargento Ramón Quevedo quienes, según el fallo, al golpear a González en el abdomen, el tórax y la cabeza produjeron “consecuencias sobre su salud”, pero no tuvieron la intención de provocar su muerte.

Según un comunicado de la Correpi, Jorge González fue detenido por los oficiales el 14 de diciembre de 2002 en Fiorito, su barrio, por “averiguación de antecedentes” y luego fue expuesto a golpes y al “submarino seco”, como consecuencia de lo cual sufrió una “hemorragia interna que le provocó la muerte el 7 de enero de 2003”. (Ver Una historia de tortura, extorsión y muerte )

La abogada Verdú calificó la decisión del tribunal como “perversa” porque confirma que la “palabra ‘tortura’ es tabú en el lenguaje judicial”, y argumentó que “Chaco” fue “detenido de forma ilegal para (que los policías pudieran) extorsionar a su madre”, a quien le pidieron dos mil pesos a cambio de no “armar una causa por robo calificado” que involucrase al lomense de 31 años.

En su alegato, el defensor de los acusados, Daniel Baca Peunero, propuso que “a la Policía hay que defenderla” y que la “mayoría de las personas aprehendidas denuncia apremios para mejorar su situación procesal”.

Estas palabras, según Verdú, colocan al defensor “en el primer o el segundo puesto de los abogados de represores porque se comportó como un defensor de planta de la Policía”, e interpretó que esos dichos sirven para “comprender” que el abogado “divide al mundo entre honestos y presos”.

En diálogo con AUNO, Ramona Nuñez, la mamá de González, denunció que “encima de ser víctima” de ahora en más tendrá que “cuidarse” porque teme recibir amenazas después que “Concha, cuando trabajaba de custodio —luego de ser apartado de la fuerza— dijo a los vecinos” de la familia que habían presenciado la golpiza que “a estos negros hay que matarlos”.

Verdú reconoció que la familia de “Chaco” “no se sorprende frente a la respuesta de la Justicia porque (ese tipo de medidas) forma parte de una política de Estado” que derivó en el saldo de “847 muertos por la represión policial durante la presidencia de Néstor Kirchner hasta el 30 de noviembre”, por lo cual la Correpi realizará el viernes a las 18 una marcha en Plaza de Mayo para repudiar la represión de las fuerzas armadas.

Ramona consideró que “los policías merecen cadena perpetua”, pero reconoció que “prefiere” la condena de cuatro años a que “quedasen libres”; aún así afirmó que irá al lugar de detención para “ver si es cierto” que los dos hombres están en prisión y aseguró que más allá de su “dolor” continuará “la lucha para que a otros chicos no les ocurra lo mismo”.

MNL-AFD
AUNO-13-12-07
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