Lomas de Zamora, julio 24 (AUNO).-“Las personas no se patentan”, es la frase de los afiches que empapelaron Lomas de Zamora, Banfield y Lanús. Carteles que tienen como objetivo informar a los vecinos del conurbano sobre lo que está pasando con la norma que obliga al motociclista a usar chaleco y casco con la patente. Esta es una de las iniciativas de cientos de motociclistas que luchan para que esta medida, que consideran “inconstitucional y ridícula”, caiga.
Todo comenzó cuando el 5 de abril el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, decretó el plan de emergencia en seguridad y en el paquete de medidas dispuso la obligatoriedad de que los acompañantes de los motociclistas usen cascos y chalecos patentados. La medida hace foco en la seguridad ciudadana frente a los “motochorros”. Desde ese momento, las redes sociales y foros de la gran comunidad motoquera estalló. El argumento para el rechazo de la iniciativa es que profundiza la estigmatización y discriminación que sufren todos los días.
Cuando se presentó la medida, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, sostuvo que la iniciativa para que el segundo ocupante de una moto particular vaya con casco y chaleco reflectante con el número de la patente del vehículo “es una medida de seguridad vial, pero sobre todo de prevención ciudadana atendiendo una nueva modalidad del delito: los que se cometen con motos con un segundo ocupante”.
En 2009 se quiso implementar una medida similar y fue frenada por un grupo de autoconvocados que se negó a esta iniciativa. Muchos de ellos también participan activamente en esta nueva lucha. “Las personas no se patentan”, comenzó en las redes sociales y terminó de crearse con la primera reunión en Plaza de Mayo luego del anuncio de Scioli. Suman miles de miembros activos en Facebook y se nuclearon en distintos grupos formados en los municipios afectados por la medida.
En los afiches que se pueden leer en muchos rincones de la zona sur del conurbano, la consigna está clara: “El chaleco y casco numerado esconde a los delincuentes”. Según los miembros y organizadores del grupo de motoqueros LPNSP, este tipo de medidas no buscan soluciones reales. Reclaman controles de papeles y de seguridad que también los protejan a los motociclistas de los delitos que pueden sufrir como el resto de los ciudadanos.
Pero éste no es el único sector que se siente afectado y rechaza esta nueva medida. Desde la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASIMM) se la considera “absurda y discriminatoria” y también aseguran que facilita el trabajo a los delincuentes. “Es inaceptable que se tomen medidas sin ningún tipo de análisis, solo con fines mediáticos”, remarcó el secretario adjunto del sindicato, Maximiliano Arraz.
La oposición bonaerense también se puso del lado de los motociclistas. En una sesión en el Parlamento bonaerense expresaron que el decreto 220/14 es “inconstitucional”.
Otra medida que generó rechazo entre los motociclistas es que la medida le da a los municipios la facultad de restringir las zonas y los horarios en los que pueden circular más de una persona en la moto. Toma en cuenta las zonas donde hay bancos, comercios y distintos puntos particulares de cada distrito.
En la zona sur del conurbano prevalece una gran desinformación entre los motoqueros. Muchos no están enterados de que el acompañante está obligado de tener el casco y el chaleco patentados. Otros confunden con que tienen que ser los mismos conductores los que lo usen. También están los que juran jamás haber sido parados para ningún tipo de control. Pero son los mismos usuarios de motos los que piden mayores controles por sentirse vulnerables ante la inseguridad que también los alcanza.
La situación en Ezeiza es más delicada. En este municipio se votó una ordenanza municipal más dura que lo que decretó Scioli en un primer momento. La norma local dice que no se puede andar a menos de 150 metros de zonas bancarias o cajeros automáticos. Además se restringió el acompañante. Sólo se pueden llevar chicos menores de 12 años y de día.
Por la independencia que tiene cada municipio para aplicar la medida, los integrantes de “Las personas nos se patentan” organizaron distintas comisiones por municipio. Esto es para tener una llegada más efectiva y saber cómo se está aplicando en cada municipio. Quieren saber cuáles son los municipios amigos y cuáles toman acciones hostiles contra los motociclistas.
También dicen que es una manera de organizarse para informar y para que los motoqueros tengan las herramientas necesarias para defenderse frente a posibles abusos. Pero también cumplen un rol entre aquellas personas que no conducen motos, para que entiendan cuál es el reclamo. Según los miembros de la agrupación, quien apoye esta medida “está apoyando la discriminación, la estigmatización y un posible camuflaje para que un delincuente salga a robar tranquilamente”.
Jorge Víctor Monasterio fue unos los motociclistas que comenzó la resistencia contra esta iniciativa mucho tiempo antes de que el gobierno de Scioli anunciara la iniciativa. El presidente de la Asociación de Usuarios de Motovehiculos de Argentina (ASUMA) afirmó que costó obtener la personalidad jurídica que los avale como institución para poder ir “por vías legales únicamente” contra la “ley de patentamiento”.
“Esta medida no está apuntada a la seguridad ciudadana ni vial. Su objetivo es puramente económico y político”, afirmó Monasterio y explicó que los usuarios de motos atentan contra el negocio de los medios de transporte. Además, manifestó que “siempre hubo una discriminación” hacia los motoqueros porque “se los considera a todos unos delincuentes y esto no es así”.
El presidente de ASUMA no está relacionado con las marchas que la agrupación “Las personas no se patentan” realiza todos los miércoles en el Obelisco. Admitió haber asistido a alguna porque conoce a parte de los miembros de quienes las organizan pero, remarcó que no está de acuerdo porque “hay miembros que pretenden cortar calles y fomentan la violencia”. A pesar de esto, los dirigentes de esta agrupación mantienen su postura de “marcha pacifica”. Quieren parar con esta idea errónea de el un motociclista como delincuente e impedir trabar las acciones legales que se están realizando al respecto.
Por otra parte, el observatorio de medios señaló la palabra “motochorro” como discriminatoria, pero sin embargo se continua utilizándola y no solo en los medios. Popularmente ya se ha instalado la idea y es por esto que es difícil plantear las imposibilidades técnicas que tiene esta medida para ser aplicada.
El rechazo al patentamiento de cascos también se funda en que si un motociclista tiene dos o tres motos debe tener la misma cantidad de cascos extra uno con la patente de cada moto. Además, de los casos para los acompañantes. Algo bastante costoso y complicado.
El casco patentado es más dificultoso de lo que se puede imaginar una persona que no lo utiliza normalmente. Desde la Agencia de Seguridad Vial se recomienda no pintar o pegar ningún tipo de adhesivo en su superficie. Esto es porque podría alterar las propiedades del material con el que es fabricado y en el caso de un accidente, al raspar contra el asfalto y levantar temperatura, provocar una quemadura al que lo utiliza. Aparte de este aspecto técnico se pierde la garantía y la posibilidad de hacer un cambio por defecto queda olvidada.
Las distintas agrupaciones se afirman cada vez más en la lucha y adelantaron que seguirán con todas las medidas de resistencia que están realizando y algunas más. “Las personas no se patentan” de todas las comisiones en los próximos días irán en caravana hacia Ezeiza. Según su opinión es el municipio que tomo las medidas mas duras y deben dar marcha atrás de inmediato. A su vez, ASUMA continuará por la vía legal que “puede ser más lenta, pero el seguro por el que finalmente se conseguirá lo que se necesita”.
AUNO-24-07-2014
MLR-AFG
