La tarea fina de Rocambole

«Las imágenes nos influyen, nos dominan, nos proponen», definió el ideólogo de la estética ricotera. En la Casa Municipal de la Cultura, de Almirante Brown, presentó la nueva edición de su libro _Rocambole: arte, diseño y contracultura_.

Marcos Stábile

Adrogué, junio 12 (AUNO).- Estampada sobre buzos o dibujada con Liquid Paper sobre el paño negro de una mochila. Tatuada por siempre en la piel y hasta destellando su luz desde el fondo de pantalla de un celular. La imagen del esclavo fibroso, dibujado a trazo grueso, liberándose de sus cadenas bajo un “Oktubre” rojo se convirtió en plaga dentro de la Casa Municipal de la Cultura, de Almirante Brown.

El homenaje se debió a la presencia en Adrogué del responsable de ese mítico icono ricotero: Ricardo Cohen, El Mono o Rocambole. El ideólogo de la estética de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota responde a cualquiera de estos tres nombres. Ayer desde las 20 ofreció una charla abierta y presentó la nueva edición de su libro de producción independiente Rocambole: arte, diseño y contracultura.

Desde detrás de una diminuta mesa sobre la que descansaban los ejemplares, el artista platense comenzó su disertación en la que se aglomeró una gran cantidad de temas —desde la religión hasta el fútbol— en torno a un tópico central, la imagen.

“Las imágenes nos influyen, nos dominan, nos proponen. Muchas veces la humanidad se ha jugado la vida por una imagen”, explicó el también profesor de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, mientras a sus espaldas se proyectaba ese esclavo legendario.

La absorción que sus ilustraciones tuvieron por parte de las masas, excede por lejos el horizonte de los seguidores de los Redondos. Según Rocambole, este apego responde a un anhelo casi “religioso”, a una cuota de “magia inefable” que aún perdura y que es la tinta con la que se invoca en cada bandera al espíritu que la banda destilaba.

Para el artista, el “poder” de la imagen es ése; el de “transformarse en un icono”, por el que se esté dispuesto a dejarlo todo. “¿Cómo se explica, sino, que alguien esté dispuesto a matar para recuperar una bandera de su equipo que le robó otra hinchada?”, se preguntó.

La tercera edición de este libro recopila a través de sus 200 páginas el material gráfico producido por Cohen a lo largo de su carrera, acompañado por referencias al proceso de elaboración y anécdotas de sus amigos y colegas. Inmerso aún en la lógica del colectivo Patricio Rey, el autor decidió que fuera editado a través de la financiación colaborativa, vía web.

En diálogo con AUNO, el dibujante contó que estos encuentros con el público son una de las pocas maneras para conseguir el material, y destacó la satisfacción que se siente “al verle la cara y dedicarle unas palabras a quien va a comprar el libro”.

Para cerrar, parado sobre el escenario, el hombre de barba blanca y unos anteojos que parecen una prolongación de sus facciones, respondió algunas preguntas del público.

—¿Cómo se te ocurrió el dibujo del esclavo?— aventuró una oyente.
—Ese diseño lo hice medio así nomás, necesitábamos anunciar una presentación de los redondos en el diario, así que compré una cartulina negra, un Liquid Paper y un fibrón negro. El resultado fue ése, jamás lo hubiera imaginado— confesó Rocambole.

AUNO-12-06-2016
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