La falta de pago de AFA jaquea la economía de los clubes de la región

Los dirigentes de las instituciones de la zona Sur del GBA reclaman la deuda de una parte del contrato anterior y la importante reducción en el acuerdo establecido para la Superliga, que significa menos ingresos nominales que la temporada pasada. Algunos ponen en duda el inicio de los torneos y otros pretenden una solución rápida.

Manuel Rodríguez

Lomas de Zamora, agosto 9 (AUNO).- Los presidentes de Banfield, Lanús, Los Andes y Temperley coincidieron en que la Asociación del Fútbol Argentina (AFA) atraviesa una “crisis de muchos años” y vislumbran un futuro “complicado” como consecuencia de los anuncios de una rebaja de los ingresos por derechos de televisación y el cese de pago sobre dos meses del pasado torneo.

Los fixtures están sorteados, los planteles armados y en preparación, los abonos anuales también fueron vendidos y hasta el lobby de la Superliga logró su cometido para que el “novedoso” torneo que prometía un crecimiento económico para los clubes comience a desarrollarse, pero a pocos días de la fecha marcada en el calendario para que ruede la pelota otra vez los problemas en AFA se agrandan y todo sigue en duda.

En la serie de complicaciones y conflictos dirigenciales en que se transformó la casa matriz del fútbol nacional, el último capitulo intranquiliza por demás a los dirigentes de la zona, que aprobaron el nuevo formato, pero* ahora calculan significativos déficits* en las arcas de las instituciones que conducen para fin de año.

Es que el presidente de la Comisión Normalizadora que hoy maneja los destinos de AFA, Armando Pérez, les comunicó a los clubes que las deudas no serán pagadas y que los acuerdos de 4.100.000 pesos mensuales para los 24 las instituciones “chicas” de Primera División y de 1.500.00 pesos mensuales para las de la Primera B Nacional serán reducidos casi a la mitad. Una situación que despertó el enojo de la dirigencia, aunque con distintos niveles de radicalización en su queja.

ASCENSO EN GUARDIA

Los más firmes con la postura de no iniciar las actividades oficiales son los clubes del ascenso y una de sus voces fuertes es la del presidente de Los Andes, Oscar Ferreyra, quien ve “prácticamente imposible” que comience la segunda categoría nacional.

“No entienden que nosotros no estamos tendiendo una soga para obtener más ingresos, estamos pidiendo lo que nos corresponde. Si el Estado no quiere poner la plata que la ponga otro, pero el fútbol argentino tiene un valor y nosotros queremos que nos paguen lo que corresponde”, apuntó en declaraciones a AUNO.

Y enfatizó: “En líneas generales, ningún dirigente va a poner en riesgo la salud de su club. En el caso de Los Andes calculamos que entre lo que nos deben actualmente y la diferencia entre lo que habíamos acordado y lo que nos quieren girar vamos a tener un déficit de 10 millones de pesos en el semestre. Una locura insalvable. Hoy estamos debiendo dos meses a los jugadores, pero si AFA paga los tres meses que debe nos sobra plata”.

TODO CAMBIA

Desde la vereda de enfrente pero en el mismo sentido, el mandamás de Temperley, Hernán Lewin, ve “muy complicado” el desarrollo del certamen por que “todo cambia constantemente”, pese a que en Primera todos se inclinan por empezar a jugar el torneo.

Semestre a semestre no sabés cuánto vas a cobrar, el formato del torneo, si hay elecciones en AFA o no y es imposible hacer un proyecto serio. Esta falta de previsibilidad cuando económicamente los ingresos son inferiores a lo que se había acordado te deja la economía de un club rota. Hoy en AFA hay una acefalía total. No hay quién determine premios y castigo, quién tome decisiones y mientras tanto los clubes están contrayendo deudas que va a ser muy difícil cuidar”, detalló Lewin.

En una posición más conciliadora, Nicolas Russo, presidente de Lanús, opinó: “Preocupa y mucho esta posibilidad de no comenzar el torneo. La AFA tiene una comisión normalizadora, se puede tomar como un ataque a ella y nos pueden suspender, pero hay un problema económico que es urgente resolver. Acá se prometió un dinero y no llegó, han generado un lío importante en la parte económica de los clubes“.

Una postura similar expresó el conductor de Banfield, Eduardo Spinosa, quien pese a evaluar de forma negativa el desempeño económico a futuro de los clubes entiende que la forma de solucionarlo es con la pelota rodando en las canchas, aunque desconoce si estas podrán abrirse.

“La situación la veo muy difícil, el fútbol fue en caída libre y desde diciembre hasta acá, después de la elección, vino lo peor. Ojalá que la comisión normalizadora encuentre las soluciones rápidamente para que el fútbol pueda arrancar, que es lo que necesitamos todos. La voluntad de todos los clubes es que el fútbol arranque, no le conviene estar sin fútbol a los jugadores, a los técnicos, a los hinchas y los dirigentes. En estas condiciones somos todos conscientes que para los clubes de Primera y el ascenso va a ser muy complicado abrir sus puertas el día de partido“, consideró.

Y señaló: “Nos afecta en una forma tremenda. Para muchos clubes el dinero del Fútbol para Todos es una parte importante del presupuesto y si no se cobra eso trae problemas inmediatos. Además todos sabemos que el producto vale mucho más, no nos pagan algo que encima debe valer más. Banfield tuvo auxilio financiero gracias a la venta de Rossi, pero no es eterno ese dinero”.

EL POSTGRONDONISMO

Desde la muerte de Julio Grondona, las polémicas en AFA se han sucedido en un ritmo vertiginoso. Primero fue cuestionada la conducción de Luis Segura, quien asumió por ser vicepresidente; luego fueron pospuestas las elecciones hasta diciembre, pero los en los resultados hubo más votos que votantes habilitados; después del bochorno, las pujas dirigenciales todavía enmarañaron más el tejido y en ese entramado las operaciones para llegar a la Superliga construyeron el camino hacia la “nueva” era del fútbol argentino.

“Fue todo público, el acuerdo con la B Nacional por un millón y medio, el ofrecimiento del Estado de 2.500 millones. Hay una subestimación al fútbol del ascenso y una campaña de descrédito a los dirigentes que es muy grave. Fue muy claro el acuerdo y ahora nos dan menos plata, no vamos a poner en juego la economía del club. Los clubes del Sur tenemos administraciones ejemplares y no es justo. No vamos a poner en riesgos instituciones centenarias por caprichos de la AFA. A la gente le quieren dar la sensación de que el dinero es mal gastado, que los dirigentes se la roban. Es una mentira gigantesca”, disparó Ferreyra sobre la incertidumbre que viven los clubes del ascenso.

Sin embargo, no esquivó responsabilidades y aseguró: “La responsabilidad es de los dirigentes. Después hay un acuerdo por los derechos de televisación y yo no vi nunca que yo le compre la leche y tenga el poder de fiscalizar cuánto o qué le entregan. Compraste los derechos de televisación y listo, pero hoy estamos metidos en maniobras de seguimiento e inspecciones. En todos los estamentos de la sociedad se van renovando los dirigentes y nosotros estamos apostando a una persona mayor que no se acuerda con quién se reúne. Estamos haciendo todo muy mal”.

Una expresión similar tuvo Russo, quien evaluó que “el fútbol argentino viene con una crisis de muchos años y con la muerte de Grondona se agravó” y sostuvo que el deporte nacional por excelencia ha “tocado fondo y hay que producir un cambio integral”.

“Esperemos que esta comisión normalizadora pueda ordenar la casa y empezar a crecer un poquito. Estamos trabajando para consensuar ideas que superen este problema. Esto nos afecta a todos. Por más que Lanús tenga un orden y respete presupuestos, este problema nos complica a todos y ni hablar si se llega a sus pender el fútbol. La responsabilidad es principalmente de los dirigentes de fútbol, después el gobierno ha metido la cuchara igual que el anterior y se terminó complicando“, afirmó.

Más crítico fue Lewin que aseveró “todo el sistema desprolijo e ineficiente perjudica terriblemente a los clubes que están haciendo las cosas bien”, al tiempo que admitió que siente que le “mintieron” con el proyecto de la Superliga y que “es imposible analizar la situación cuando venís de una mentira”.

“En ese momento los clubes estaban apremiados y el nuevo formato iba a dar un ingreso económico muy bueno, pero hoy a Temperley le dan menos plata de la que le daban antes. Ya no confío más, se rompió el canal de diálogo entre los clubes y los operadores de los clubes. Clubes como Temperley empiezan a generar deuda y a no poder pagar los sueldos y eso le ocasiona un perjuicio muy grande, pero clubes del ascenso no pueden pagar viajes u operativos. Durante 20 años la gente que manejó AFA hizo un desastre, los dirigentes del fútbol argentino debemos haber hecho las cosas mal y, en esta última etapa, la gente que nos vino a comentar las propuestas del gobierno o nos transmitió mal o les informaron mal a ellos”, sentenció.

Por su parte, Spinosa se mostró “confundido” porque “interlocutores que eran válidos dijeron que esto iba a ser el piso y ahora dijeron que el tope son 1.800 millones”.

“Hay de todo un poco. Primero la inesperada muerte de Grondona para la que el fútbol no estaba preparada, después la elección insólita que alargó la agonía. Seguramente todos los dirigentes fuimos responsables por no ponernos de acuerdo, hay muchos buenos dirigentes en sus clubes, pero no logramos ponernos de acuerdo en AFA”, concluyó.

AUNO 09-08-16
MIR-MFV

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