La cuenca Riachuelo-Matanza, un problema en común

El Río Matanza, el segmento provincial del Riachuelo y sus afluentes conforman una cuenca de 2,25 kilómetros cuadrados que recibe a diario los desechos orgánicos de 3 millones de habitantes del Conurbano Sur y los residuos químicos de los polos industriales de Almirante Brown y Esteban Echeverría. Inclusive, compuestos grasos y otros líquidos tóxicos provenientes […]

El Río Matanza, el segmento provincial del Riachuelo y sus afluentes conforman una cuenca de 2,25 kilómetros cuadrados que recibe a diario los desechos orgánicos de 3 millones de habitantes del Conurbano Sur y los residuos químicos de los polos industriales de Almirante Brown y Esteban Echeverría. Inclusive, compuestos grasos y otros líquidos tóxicos provenientes de más de 3 mil compañías de mediano a gran tamaño radicadas en las márgenes de esa cuenca.

Todos esos desechos, sin licuación ni filtrado anterior por la inexistencia de plantas de tratamiento de residuos en los municipios del sur del Gran Buenos Aires, van a parar al Río de la Plata, bebedero diario de al menos 15 millones de personas y el tercer cauce más contaminado del mundo, según el último informe anual del Fondo Mundial para la Naturaleza.

Desechos tóxicos, sólidos o líquidos con o sin tratamiento provenientes en un 30 por ciento de las industrias farmacéuticas, químicas y petroquímicas, son vertidos sin control gubernamental desde hace años en la cuenca Riachuelo-Matanza y luego en el Río de la Plata. En conjunto representan 350 mil metros cúbicos diarios de residuos, por lo que es de suponer que la tarea de saneamiento de esa cuenca iniciada a comienzos de julio no será trabajo fácil.

Las obras fueron puestas en manos de la empresa Algieri S.A. en una tercerización de servicios de obras públicas que le demandará al Estado 2,3 millones de pesos, y que abarca 18,1 kilómetros de extensión de ambas márgenes del Riachuelo-Matanza hasta el Puente La Noria, y de la margen derecha desde allí hasta el Portón de Exologística, en el límite con el Río de la Plata.

Las obras ya comenzaron en La Matanza, Esteban Echeverría y Lomas de Zamora, y recogieron las primeras críticas por parte de ambientalistas de la región que las consideran “insuficientes” y aseguran que “sacar la basura y cortar el pastito no servirá de nada sin un trabajo conjunto” entre los municipios que abarque desde la cuenca alta hasta la cuenca baja, en el límite de los partidos de La Matanza y Lomas de Zamora.

Lo que resta es ver en qué medida una obra a la que se le otorgó un plazo de un año para su finalización y que está financiada por un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo puede “sanear” la desidia gubernamental de las últimas tres décadas.

LP-AFD
AUNO-17-08-07
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