El caso de Fátima, a pasos del juicio oral

El abogado de la joven que murió con el 85 por ciento de su cuerpo quemado estimó que en los primeros meses de 2013 se llegará a la instancia oral. El fiscal evalúa citar a nuevos testigos y la madre de la víctima participa de campañas para que otras mujeres no pasen por lo mismo.

Lais Vázquez

Lomas de Zamora, noviembre 19 (AUNO).- “Lista para llevar a juicio.” Así definió a AUNO el abogado querellante, Gabriel Juricich, al estado de la causa por la muerte de Fátima Catán, la joven embarazada de Fiorito que falleció en 2010 con el 85 por ciento de su cuerpo quemado. Para que el fiscal a cargo, Gerardo Loureyro, eleve el pedido al juez sólo le faltaría decidir si suma al expediente declaraciones de testigos que confirmarían las peleas existentes entre la chica y su pareja de ese entonces, Martín Santillán, detenido y único procesado por el delito de “homicidio en el contexto de violencia familiar”.

Con respecto a cuándo se llevará a cabo el juicio oral, Juricich, si bien afirmó que no conoce “los tiempos del fiscal”, estimó que “a menos que se fije una fecha antes del 10 de diciembre, tendrá lugar en los primeros meses del año que viene”. Además, explicó que la causa ya está totalmente preparada para una instancia superior, aunque no sean citados más testigos porque “sólo están en calidad de aportar elementos confirmatorios pero no nuevos”.

El caso llevaba casi dos años estancado. El anterior fiscal, Ramiro Varangot, había mantenido a Santillán como testigo y sólo a partir de su recusación por irregularidades como la desaparición de pruebas del expediente, las esperanzas de la familia Catán tomaron un nuevo impulso. En marzo de este año, Loureyro tomó las riendas y con él llegaron nuevos testigos, pruebas y lo que tanto había reclamado la querella: la prisión preventiva dictada el mes pasado a la ex pareja de la joven, que se encuentra en la Unidad de detención 40 de Lomas de Zamora.

Por su parte, la mamá de la víctima, Elsa Gerez, aseguró a AUNO que lo único que desea es “poder hacer el duelo de Fati en paz”, porque desde que ocurrieron los hechos lo único que busca “es que se haga justicia”.

“Mi mayor miedo es que se escape”, expresó Gerez, y a la vez afirmó que confía en el juez Gabriel Vitale, debido a que considera que él, junto a los medios de comunicación y su abogado, fueron los que nunca la “abandonaron”.

Pero Gerez no sólo trabaja para conseguir justicia por su hija. Desde hace dos años es una luchadora incansable contra la violencia de género. Por ello, participó junto a su marido y su hijo en la maratón que se realizó en Lomas de Zamora el 11 de este mes bajo la consigna “Sacá tarjeta roja al maltratador”, que convocó a más de 20 mil personas. Allí, repartió fotos de su hija y, acompañada por la actriz Florencia Peña, el conductor Mariano Iúdica y el intendente del distrito, Martín Insaurralde, entregó los premios a los ganadores del concurso.

Asimismo, este miércoles dará una charla en el Senado provincial acompañada por la asociación de lucha contra la agresión familiar “Mujeres del Sur”, porque el próximo 25 es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Por otro lado, aparte de la causa por la muerte de Fátima, Gerez lleva adelante junto a Juricich una denuncia por el robo de pertenencias que estaban en la casa de la joven pero que figuraban a nombre de la madre, como un celular y varias herramientas de construcción. Con respecto a esto, Gerez denunció que Santillán “envía testigos falsos, como el caso de un mecánico que dice que el papá de Fátima y la policía se repartieron las cosas”.

Sin embargo, la madre asegura que lo que más le importa ahora es “que Santillán esté preso para que pague por lo que hizo”, porque no tiene “apuro” en que se resuelvan las demás causas.

Fátima Catán, quien tenía un embarazo de dos meses, murió el 22 de agosto de 2010 en el Hospital de Quemados de La Plata luego estar internada cinco días. Su ex pareja asegura que ella estaba limpiando discos compactos y que luego de encender un cigarrillo se prendió fuego. Sin embargo, los vecinos de la casa de Murature al 600, donde convivía la pareja, aseguraron que el día del episodio “hubo una pelea importante con gritos incluidos, y luego un silencio muy grande”. Ya pasaron más dos años de estos hechos y ahora la verdad parece estar más cerca que nunca de salir a la luz.

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AUNO-19-11-12

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