Dieron el alta al joven golpeado en un boliche de Temperley

El adolescente que, según las denuncias, fue golpeado por un patovica de un boliche no tiene abogado. Su madre denunció que en la comisaría no le tomaron la denuncia. Oscar Castellucci, padre del joven asesinado por un patovica de La Casona, de Lanús, les brindará asesoramiento.

El joven que recibió una golpiza en un boliche de Temperley fue dado de alta hoy y ya se encuentra en su casa, según confirmó su madre, quien anticipó a AUNO que buscará pruebas para encontrar a quien lo atacó: “Si hace falta, lo llevaré a dos o tres hospitales para saber con qué lo golpearon”.

Jonathan Veira Olivares, el joven de 19 años que, según atestiguaron familiares y amigos, “fue golpeado por un patovica del boliche ‘Nexo’” en la madrugada del miércoles pasado, ya está en su casa y, aunque todavía padece “mareos y dolores punzantes en la herida”, su estado de salud se encuentra fuera de peligro.

“El caso de Jonathan no es un hecho aislado. Tomó una repercusión mediática y por eso se hizo conocido”, afirmó Oscar Castellucci, el padre de Martín, el joven asesinado a golpes por patovicas del boliche “La Casona” de Lanús, en 2006.

“No me tomaron la denuncia en la policía porque el oficial estaba ‘ocupado’ y no podía atenderme”, criticó Yolanda Olivares, madre de Jonathan, y agregó que están “buscando un abogado” para llevar adelante el caso.

En este sentido, Castellucci, presidente de la asociación civil que lleva el nombre de su hijo —que lucha contra la discriminación, la violencia y los derechos de los jóvenes— confirmó su deseo de conectarse con la familia de Jonathan, para brindarle un apoyo personal, y si es necesario orientarlos en el tema legal.

“Muchas veces, la Policía elude las denuncias, las minimizan o las caratulan de una forma que no es la correcta”, explicó Castellucci.
Según atestiguaron los amigos, Jonathan fue “arrojado” a la calle luego de haber sido golpeado y, ante la ausencia de la asistencia médica, fue trasladado en moto hasta el hospital Oñativia, de Rafael Calzada.

Allí le diagnosticaron “traumatismo por hundimiento de cráneo” —al parecer con una manopla de metal—, sin embargo “médicamente se halla fuera de peligro”, afirmó en declaraciones periodísticas Francisco Grosso, director de ese centro asistencial.

También recibió atención en el Gandulfo, de Lomas de Zamora, donde fue sometido a un electroencefalograma y a una tomografía, estudios en los que no se detectó compromiso cerebral.

En respuesta a lo sucedido, amigos y familiares de Jonathan encabezaron ayer una protesta frente al boliche, arrojaron piedras, escribieron graffitis y prendieron fuego la puerta del local.
Según su madre, en esa protesta también participaron familiares de otros jóvenes víctimas de golpes y abusos por parte de los patovicas del lugar.

En 2009 se reglamentó la ley 26.370, a través de la que se creó el Registro Único de los Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia, comúnmente llamados “patovicas”, que regula su actividad y, en parte, también la de sus empleadores.

Pese a su reglamentación, esta ley aún no se instrumentó: “Debería haberse puesto en práctica pero falta una última instancia. Es el gobernador (Daniel Scioli) quien debe designar al director del registro, que deberá regular que se cumpla todo lo redactado en la ley. Está todo, pero en proyecto. Todavía falta para que se aplique”, criticó Oscar Castellucci, y concluyó: “Ojalá que los funcionarios no necesitaran de estos hechos de violencia para sumarse y hacer algo”.

GAVQ-TR-AFD
AUNO-26-03-10

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