Cuando los problemas domésticos llegan a las aulas

Un estudio de un centro que relevó las características de los colegios ubicados en los barrios más pobres del distrito identificó los problemas que generan repitencia y deserción escolar. Tres especialistas en educación sostienen que hacen falta más gabinetes pedagógicos.

El sistema de educación pública sufrió varias modificaciones, pero ninguna terminó con las dificultades que tienen los chicos para concurrir a clases de manera permanente. Denuncias por violencia doméstica y pobreza que repercuten en la conducta, así como también el alto grado de repitencia que hace que los pibes dejen de estudiar por vergüenza, son algunos de los problemas más frecuentes que se ven en las escuelas públicas de Lomas de Zamora.

Los alumnos que sufren estos tipos de dramas cotidianos son en su mayoría vecinos de los barrios de Villa Albertina, Budge y Santa Marta que “deben salir a trabajar y eso los aleja del estudio aumentando el ausentismo”, aseguró una de las inspectoras del área de psicología del distrito Susana Ricca.

Además, mencionó que las consecutivas repitencia de los alumnos de primaria, en muchos casos “se deben a un pequeño retraso” por falta de “alimentación en los primeros años de sus vidas”.

Los tipos de retardo en el aprendizaje que son leves se tratan dentro de la misma escuela con especialistas y aquellos que son de mayor grado se derivan a escuelas especializadas.

Lo que falta en las diferentes escuelas es la presencia de gabinetes psicopedagógicos que “ayudaría mucho a la contención de los pibes” pero por “suerte en estos momentos están trabajando dos psicólogos de forma permanente para dar mayor asistencia en salud mental”, añadió.

El 60 por ciento de la totalidad de los casos de chicos con problemas de aprendizaje que detecta año a año el Centro de Orientación Familiar (COF) en los barrios de la periferia del distrito “son de alta complejidad” como los antes mencionados, por lo que se le da parte a la fiscalía.

La “violencia familiar es frecuente y los chicos concurren a la escuela golpeados, por esa razón debemos tomar cartas en el asunto”, afirmó a AUNO la asistente social y coordinadora del centro, Rosa Zufiaurre.

Y aunque no se llegue a cubrir toda la cantidad de casos “es de gran ayuda”, recalcó la mujer, quien no dejó de destacar el logro que fue ese convenio realizado entre el organismo con el Colegio de Psicólogos de Lomas.

Por otra parte, la inspectora explicó otro de los problemas que las escuelas deben enfrentar son los pibes de temprana edad que “deben salir a trabajar” y, “aunque parezca mentira”, los días que funciona la Feria de la Salada los chicos que viven por esas zonas “dejan de concurrir a clase para recolectar cartones y llevar algo de plata a su casa”.

Y sus padres “apoyan ese comportamiento” porque el dinero que “aportan ellos mismos no alcanza para mucho”, y eso “es muy malo” porque “se acostumbran y ya no le dan importancia al estudio”, subrayó la inspectora.

La violencia también “es casi moneda corriente entre los chicos” ya sea verbal o física. “Es que muchas familias carecen de presencia masculina y eso repercute en la conducta de los alumnos” porque las madres “ya no pueden controlar tanto a sus hijos por lo que les falta una gran contención”, dijo Zufiaurre a esta agencia.

Por otro lado, Adriana Grolal, de Suteba-Lomas, aseveró que la falta de gabinetes y de profesionales de pedagogía se debe a que “no se nombra personal”, por lo que desde el sindicato se promueve la realización de centros de estudiantes para “estar más cerca de los alumnos y así saber de sus problemáticas”.

Estos centros funcionarán de la misma manera que los de las facultades públicas. Es decir que los chicos elegirán a un presidente que se va a encargar de informar a las autoridades las dificultades que surjan y así todos “vamos a estar más pendientes de sus comportamientos”, resaltó Grolal.

GL-AFD
AUNO-04-09-09
aauno@yahoo.com.ar

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