Con el bombo y la palabra

Así se titula un libro de reciente edición. Lo escribió Rodolfo Edwards. Da cuenta de la literatura argentina en la que el peronismo y sus líderes son sujetos de las ficciones tanto en textos gorilas como en aquellos en que se los defiende.

Horacio Raúl Campos

Lomas de Zamora, jul 06 (AUNO) – Con el bombo y la palabra, se titula un libro de reciente edición, que da cuenta de una “batalla cultural, una narración de odios y lealtades” donde se mezclan novelas, cuentos, ensayos, canciones, poemas, carteles, testimonios militantes, cartas, folletos estatales, grafitis, diarios y revistas.

La relación del peronismo con la palabra escrita conjuga la totalidad del libro escrito por Rodolfo Edwards, crítico literario, poeta, periodista y escritor argentino.

Desfilan por la obra los escritores antiperonistas obvios y clásicos: Borges y Cortázar; también Bioy Casares, Manuel Peyrú, David Viñas, H.A. Murena, Beatriz Guido, Silvina Ocampo, César Aira, Copi, Juan Rodolfo Wilcock y Daniel Guebel, entre otros.

El libro está dedicado a Jorge Aberlado Ramos y a Ernesto Goldar. Este último fue el primero que compiló y examinó la cuestión del peronismo en la literatura en un libro que tituló El peronismo en la literatura argentina (1971).

En el caso de Ramos es de presumir porque dedicó también su escritura a la crítica literaria como parte de su gran proyecto narrativo de historia tendiente a desovillar la dependencia política, económica y cultural; la tentativa de unidad de América Latina y la balcanización del continente y también porque fue uno de los primeros en meterse con la literatura de Borges, Martínez Estrada y Cortázar.

¿Y qué es lo que intenta hacer Ramos con ese tipo de género, que a su vez es también literatura? Introduce un nuevo tema de discusión en la Argentina: las relaciones entre la política y la literatura. Cuestiona a la Argentina dependiente y examina el europeísmo en el ámbito de las letras, entre otros ejes.

Por otro lado, se halla la escritura de aquellos intelectuales y artistas que sí adhirieron al peronismo desde un primero momento:

Germán Rozenmacher, Enrique Santos Discépolo, Leopoldo Marechal, Fermín Chávez, Ramón Doll, Homero Manzi, Elías Castelnouvo, Horacio Rega Molina, Jorge Newton, Nicolás Olivari, Juan Oscar Ponferrada, Dalmiro (sic) Ayala Gauna, Eduardo Astesano, Jorge Perrone, Luis Soler Cañas, Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz y Hernández Arregui, entre otros.

“Todos ellos oficiaron como generales en las batallas textuales del peronismo, lo defendieron a capa y espada, a costa de sufrir el desaire, el desprecio, el ostracismo. Hay un hecho innegable: la mayoría de los escritores argentinos son antiperonistas”, señala Edwards.(22).

Claro que la obra no se agota allí, porque está escrita también sobre la base de una más que generosa bibliografía de autores nacionales y extranjeros que escribieron desde los más variados géneros y realizaron diversos estudios; también hay citas de actores políticos de la Argentina (Perón y Evita, entre otros) y cánticos populares asociados al peronismo.

Crítica y ficción

“La mayoría de los textos antiperonistas tiene una alta perfomance estética, lo que hace más que aconsejable su lectura, pero no dejan de continuar en el campo literario discusiones y controversias del campo político”, escribe Edawards.(218).

Después asegura que “nunca sus autores son ‘inocentes’ como pretende cierta crítica que trata de deshistorizar esos relatos, encontrándole cinto patas al gato (…) Es necesario situar los textos en un marco ideológico y ver su funcionalidad como modos de réplica literaria”.(218).

Por otra parte, puntualiza que la primera “declaración de guerra textual al peronismo” es Alpargatas y libros en la historia argentina, publicado a comienzos de 1946 por el stalinista Américo Ghioldi.

El autor, sin embargo, destaca que “el mito negro estrictamente literario se inaugura con el cuento ‘La fiesta del monstruo’ (1947) de Bioy Casares y Borges; y algunos cuentos de Cortázar incluidos en su primer libro Bestiario (1951).

Mientras que desde el peronismo, Jorge Abelardo Ramos publica en 1954 Crisis y resurrección en la literatura argentina, un texto clave silenciado por las carreras de letras de todas las universidades nacionales de la Argentina, y que hace hincapié en Borges y Ezequiel Martínez Estrada.

Edwards destaca que la primera novela peronista es Las arenas (1954) de Miguel Ángel Speroni: “Es el primer relato de ficción declaradamente peronista”(214). Aunque aclara que Perón ya había aparecido como personaje de ficción en la novela Tierra extraña (1947) de Roberto Vagni.

El libro Con el bombo y la palabra ofrece un título alejado de ese espantoso himno a Sarmiento que las maestras te obligan a canturrear en las escuelas y que uno de cuyos versos dice: “Con la espada, la pluma y la palabra”. El autor del libro optó por la música, los sones y la palabra.

Bibliografía

-Edwards, Rodolfo, Con el bombo y la palabra. El peronismo en las letras argentinas. Una historia de odios y lealtades, Buenos Aires, Seix Barral, 2014.

AUNO 06-07-14
HRC

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