Comerciantes afirman que los datos del INDEC sobre inflación no son verdaderos

Un sondeo de opinión entre comerciantes de la zona sur del Gran Buenos Aires revela que los datos sobre el costo de la vida que brinda el gobierno no tienen relación con la realidad

Comerciantes de zona sur cuestionan los índices difundidos en el último informe del INDEC, ya que según denunciaron no coinciden con el valor de la mercadería que ellos ofrecen. Consideran que es “imposible” vender ciertos productos a los precios sugeridos por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Las diferencias percibidas entre los precios establecidos en el informe oficial y los valores reales del mercado, evidencian que el nivel de inflación, que según el INDEC fue de 0,5 por ciento en julio, podría ser bastante más elevado.
La brecha se evidencia más notablemente en verdulería, que hasta el momento parece ser el sector más afectado por la inflación causada por “las heladas”, dicen los comerciantes.
En diálogo con AUNO, varios minoristas del rubro coincidieron en que “en ninguna verdulería se puede vender a esos precios” y sostuvieron que “lo que se puede comprar en el Mercado Central a esos valores son artículos de mala calidad”.
“Para conseguir buenos precios y mejor calidad de productos, hay que comprar por grandes cantidades”, argumentaron, y agregaron que al adquirir sólo algunos kilos “el precio sube”.
José Duarte, de la verdulería “El Emporio” de Temperley, opinó que los precios difundidos por el INDEC “parecen estar dirigidos para mayoristas”.
El ejemplo clave son los zapallitos, que según el INDEC cuestan 3,05 pesos por kilo, mientras que en los comercios alcanzan los 9 pesos.
Las chauchas, que se venden a 10 pesos por kilo, son otro de los artículos más vulnerables a la inflación y la gente “deja de comprarlas”, señaló Duarte.
Mientras que el INDEC sostiene que el precio de los tomates redondos bajó un 6,6 por ciento en relación con el mes pasado, el comerciante indicó que subieron de 3 a 5 pesos.
Otros artículos experimentaron una disminución de su valor, como la manzana y la naranja, pero en otros casos, como la lechuga y el limón, el precio se mantiene estable con respecto al mes pasado aunque varía con el difundido por el organismo oficial, según el comercio.
En distintas carnicerías de Monte Grande consultadas por esta agencia, también sostuvieron que “es imposible vender al precio del INDEC, a menos que sea carne de muy baja calidad”.
En cuanto a las variaciones con respecto al mes pasado, los carniceros indicaron que los precios se mantuvieron al mismo nivel, a excepción del cerdo, que se incrementó un 20 por ciento, y el pollo, que aumentó un diez.
Verónica Mansilla, empleada de un almacén ubicado en la calle Condarco, en Temperley, tampoco cree en las estadísticas y señaló que los quesos y los alimentos enlatados experimentaron las mayores subas.
Otro de los productos más polémicos es el pan, objeto de negociaciones entre el gobierno y el sector industrial meses atrás, que resultaron en un precio acordado de 2,50 el kilo.
Sin embargo, el INDEC reconoció en su último informe un aumento, según el cual el kilo de pan flautita se calcula en 2,64 pesos, aunque en casi todas las panaderías es muy difícil conseguirlo por menos de 4 o 5 pesos.
El descrédito que atraviesa el INDEC ha suscitado discusiones entre el Gobierno y los técnicos del organismo, quienes denuncian una presunta “manipulación” de los indicadores más importantes, como el índice de Precios al Consumidor (IPC).
Esta situación se canaliza en la reciente propuesta formulada por los técnicos y los sectores de la oposición para formar una Comisión Bicameral que monitoree las estadísticas del INDEC, y en caso de encontrar irregularidades, las denuncie y publique los índices reales.

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