Lomas de Zamora, noviembre 26 (AUNO).- “Queremos mostrar que en Lomas de Zamora todavía duele la herida del terrorismo de Estado”. Bajo esta premisa, el Concejo Deliberante local aprobó este mes dos proyectos de ordenanza para la señalización del ex centro clandestino de detención Pozo de Banfield y para la colocación de una baldosa en la puerta del Palacio Comunal en homenaje a dos trabajadores municipales desaparecidos.
“Las sesiones fueron momentos muy emotivos con muy buen acompañamiento. Reivindiqué la etapa de lucha y resistencia que tuvo nuestro pueblo”, destacó a AUNO Alda Pedernera, militante y promotora de ambas iniciativas.
La organización Mesa de Trabajo por Memoria y Justicia presentó y logró que se convirtiera en legislación local la iniciativa de poner carteles en las estaciones de trenes de Lomas de Zamora y Banfield, y sobre Camino Negro a la altura de Tribunales, para indicar que, a metros de esos lugares tan concurridos, funcionó un espacio de tortura durante la última dictadura cívico militar.
“Más de 300 personas pasaron por ahí y merece una señalización por una memoria permanente. El ex Pozo tiene una placa hecha por la Secretaría de Derechos Humanos que está bastante deteriorada y que nos gustaría que se cambie o se refaccione. Estamos trabajando en conjunto con los vecinos para que deje de estar abandonado”, explicó Pedernera, en diálogo con esta agencia.
El grupo de militantes se reúnen cada dos semanas y planifican actividades vinculadas con el legado de la memoria e investigación dentro del distrito. En esas charlas, surgió la iniciativa de llevar al Concejo Deliberante un proyecto para homenajear mediante una baldosa en la entrada del Palacio Comunal a los trabajadores municipales desaparecidos, entre ellos Héctor Manuel Cosman. Se pretende que a medida que avancen las investigaciones se puedan incorporar otros nombres con otra pieza.
“La investigación logrará expandir el archivo, a través de recopilación de historias de los vecinos, y darle voz a los que no se animaron a hablar”, explicó Pedernera que, junto a sus compañeros, fue capacitada en el área por la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia.
Una de las máximas aspiraciones de este grupo es poder lograr que el Pozo de Banfield se restaure y funcione como espacio de la memoria como lo es hoy la ex ESMA. El problema es que el juicio está en su etapa de averiguaciones y eso impide que el juez a cargo dé permiso para que comiencen las reformas. De hecho, la Justicia habilitó unas oficinas exteriores para que se realicen actividades.
“El lugar no se puede tocar porque está en período de investigación, no tiene gas ni luz y la humedad invade el establecimiento. Se viene abajo y las ventanas se caen. Tiene un abandono desde que en 2006 dejó de funcionar como una dependencia de la policía provincial”, remarcó la militante en diálogo con AUNO, contenta por los logros obtenidos por los integrantes de su espacio de lucha.
En el texto, que presentaron a los ediles lomenses para que votaran el proyecto, se destaca el hecho de que “la recuperación para la memoria de los ex Centros Clandestinos de Detención y otros lugares de represión ilegal constituyó un reclamo histórico de los organismos de derechos humanos, sobrevivientes de los sitios de secuestro y torturas, familiares de las víctimas y otras organizaciones comprometidas con la lucha contra la dictadura y, ya en democracia, con el combate a la impunidad y por la Memoria, la Verdad y la Justicia”.
AUNO-26-11-14
JR-SAM
