La sequía, probable consecuencia de la deforestación

La provincia de Córdoba, la más afectada por la sequía, perdió entre 1998 y 2002 casi el 3 por ciento de sus bosques con lo que se colocó por encima de otras como Salta, Chaco y Santiago del Estero, advirtió la ONG Funam. Para Greenpeace, la sequía es producto de la falta de planificación para la tala y el desmonte».

La provincia de Córdoba, la más afectada por la sequía que aflige a una amplia superficie del país, es la que tuvo mayor porcentaje de deforestación entre 1998 y 2002, según advirtió Rubén Montenegro, presidente de Fundación para la Defensa del Medio Ambiente (FUNAM).

Según los datos de la ONG, la provincia mediterránea perdió durante ese lapso el 2,93 por ciento anual de sus bosques, un porcentaje superior incluso a los tasas de las provincias de Santiago del Estero (-1,18 por ciento), Salta (-0,69), Tucumán (-0,68), Chaco (-0,57) y Jujuy (-0,16). La tasa cordobesa de deforestación supera además la tasa mundial, que es de -0,23 por ciento anual, y la de África, de -0,78 por ciento anual (1999-2000).

Según Montenegro, en sólo 5 años, se desmontó en esa provincia el equivalente a 67 canchas de fútbol por día. Además, en los últimos incendios registrados de agosto a septiembre, la provincia perdió la sexta parte de los terrenos no cultivados.

Por su parte, el coordinador nacional de la Campaña de Bosques de la organización ambientalista Greenpeace, Hernán Giardini, puntualizó que “la sequía que afecta al 70 por ciento del territorio del país, especialmente en el centro y norte, es consecuencia de la falta de planificación para la tala y el desmonte”. Al respecto, basta recordar que sólo tres provincias reglamentaron la Ley 26.331 de protección a los Bosques Nativos: Chaco, Salta y Santiago del Estero.

De acuerdo con la opinión de los ambientalistas, desde la sequía en la Región Chaqueña hasta la erosión y el empobrecimiento del suelo rionegrino, son consecuencia del cambio climático, el sobrepastoreo y el desmonte.

Con el fin de trabajar en políticas de mitigación contra estos efectos del cambio climático, en los últimos meses, el Gobierno nacional participó de diferentes reuniones con autoridades internacionales, entre ellas, la novena Conferencia de las Partes (COP 9) de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), que se llevó a cabo del 21 de septiembre al 2 de octubre, preparatoria para la próxima cumbre ambiental que se realizará en Copenhague, del 7 al 18 de diciembre, donde se prevé consensuar medidas destinadas a la emisión de gases a la atmósfera y frenar el calentamiento global.

Al respecto, Montenegro —profesor de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba y Premio Nobel Alternativo 2004— explicó que “la cumbre de Copenhague será importante para evaluar los efectos de los gases de efecto invernadero a nivel global, pero Argentina tiene problemas ambientales muy puntuales, como el cambio del uso del suelo”.

Según el trabajo “Cambio climático en Argentina, publicado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Argentina es el octavo país más extenso del mundo y el sexto en mayor superficie de zonas áridas, semiáridas y secas, que abarcan aproximadamente el 70 por ciento de su territorio.

El trabajo concluye que las consecuencias del cambio climático son especialmente críticas en los países en desarrollo, teniendo en cuenta que el grado de vulnerabilidad a los fenómenos, en relación con la capacidad de los grupos sociales para absorber, amortiguar o mitigar los efectos de estos cambios, lo que está mediatizado por la posibilidad de contar con tecnología, infraestructura y medios idóneos.

Giardini, de la Campaña de Bosques de Greenpeace, explicó que “el Estado debe planificar el uso del bosque y limitar las zonas que reconozcan una actividad productiva. El cambio climático es complejo y en el país no se toman medidas necesarias frente al creciente calentamiento global. Somos los que más generamos gases de efecto invernadero de América Latina, pero las medidas de mitigación para revertir la situación recién de evaluarán en la reunión de Copenhague”.

Según Montenegro, en Córdoba, la Secretaría de Ambiente es “la principal responsable de la degradación ambiental por su incapacidad para controlar desmontes. Tiene detenido hace casi 4 meses el proyecto de Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos. Córdoba no se merece esta mediocridad e insensibilidad. Lo más atinado sería que el actual Secretario de Ambiente envíe sin demoras el anteproyecto de ley a la Legislatura y que renuncie a su cargo”, sentenció Montenegro, alertado por la grave sequía que afecta a la región.

Respecto a la segunda situación, Montenegro explicó que las sequías son frecuentes en ambientes semiáridos como la región cordobesa, pero es “la primera vez que coincide un período de seca con otro de crisis ambiental”.

AUNO 17-11-09 AAF EV

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