tv27165-565x400.jpg)
“La Historia es una versión del poder que intenta que la gente no conecte el pasado con el presente”, definió anoche el historiador Felipe Pigna durante la presentación de su libro “1810” en el auditorio de la biblioteca Mentruyt, de Lomas de Zamora, en el marco del ciclo de encuentros con escritores “Otoño Planeta” y ante más de 300 personas.
Durante la charla, moderada por el periodista Nino Ramella, el historiador se refirió a los hechos y a los personajes de la Revolución de Mayo, desde un enfoque no contemplado por la “historia oficial”, y enfatizó acerca de las rebeliones y del genocidio ocurridas durante la colonización del continente americano.
El escritor resaltó las figuras de Belgrano, Castelli y Moreno como los “emblemas libertarios por excelencia” de la Revolución de Mayo.
A su vez, contradijo a los detractores que afirman que la Revolución de 1810 fue improvisada al asegurar que ésta “comenzó a prepararse durante los años de las invasiones inglesas”.
Además, Pigna reveló que existen documentos que demuestran que desde poco antes de la llegada de los españoles a América hasta 1810 “no hubo un solo año sin rebeliones”, pero que esos episodios “son una página de nuestra historia no inocentemente olvidada”.
“La historia es una versión del poder que intenta que la gente no conecte el pasado con el presente”, sentencio el autor de la saga “Los mitos de la historia argentina”, y destacó que “por suerte siempre hay una versión de los vencidos, de los invadidos, de los rebeldes”.
En este sentido, Pigna dejó en claro que “los pueblos originarios” siguen siendo “los invisibles del sistema” y, en diálogo con AUNO, reivindicó la multitudinaria marcha que realizaron el pasado 20 de mayo por un estado plurinacional y pluricultural, en la que “mucha gente se dio cuenta de que existían”.
El docente egresado del instituto Joaquín V. González también se refirió a las tensiones entre los distintos sectores sociales y a las luchas de los esclavos por su liberación durante el régimen colonial: “En la Buenos Aires de 1810 más del 40 por ciento de la población era de raza negra”, afirmó, y destacó que “San Martín siempre reconoció a los negros como a sus mejores soldados”.
También ironizó acerca de la “gran imagen” que se “perdió” la revista Billiken al no tener en cuenta el contraste entre las cordilleras nevadas y los rostros de los soldados del Libertador de América.
Durante la charla, en la que estuvo presente el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, Pigna se refirió también al rol “inquisidor” que tuvo la Iglesia Católica durante el régimen colonial al ser “parte sustancial del poder”.
Sin embargo, aclaró que en 1810 hubo “curas revolucionarios”, una situación que produjo que la institución “se partiera en dos, con una parte más cerca y otra más lejos de la gente”.
Por otra parte, el autor se refirió al “ninguneo” y al costo político que sufre Haití por “ser el primer país latinoamericano en independizarse”, al punto tal de estar convertido hoy en una suerte de “protectorado de los Estados Unidos”.
Por otra parte, trazó un paralelo entre su nueva obra “1810” y la novela “Rayuela”, de Julio Cortázar, al afirmar que el texto “tiene una estructura ‘cortazariana’ porque se puede ingresar a la historia por diferentes lugares del libro”.
Y como reflexión final dejó en claro que como país “no estamos condenados a la corrupción porque siempre hubo gente honesta, le haya o no ido bien”.
Con su presentación, Felipe Pigna cerró el ciclo de tres encuentros con escritores en la biblioteca Mentruyt, organizado por la Municipalidad de Lomas de Zamora, la editorial Planeta y la empresa Codere, y que tuvo al psicoanalista Gabriel Rolón y al dibujante Miguel Rep como sus dos anteriores disertantes.
RNF-AFD
AUNO-15-06-10
